Qué diría Machado

Ars longa vita brevis. Mientras espero en el bosque, pienso lo que hubiera dicho Machado. «Venga, venga. Todo esto está muy bien, pero siga adelante».

Mientras, voy tatareando la canción que Luisa Tomás ha tatuado en mi cerebro, blog mediante. ¿Recordáis los Ronaldos, a Coque Malla? Pues el tipo este se ha hecho mayor mejorando. Cosa inaudita. Y Luisa anhela el otoño en Madrid como un galo encerrado en los sótanos del Coliseo, a punto de saltar a la arena de Roma, evocaría los verdes campos mojados de la Galia.
Where the grass is green and the girls are pretty. Y si os pasáis por su hogar cíber encontraréis materiales para encajar mejor estos días turbulentos. Días de otoño, días de mudanzas. Desde estupendos relatos (ojo a Sueño o Realidad y Un bombón ) hasta afiladísimas críticas que consiguen que no vuelvas a mirar un mismo objeto de un mismo modo. Estilete afilado, ars longa.

Materia poética esta. Fuste de salto. Como espero hacer en breve la reseña de la Isla de Nam, que se resiste de tan Hermosa.

Pero, de todo esto, qué diría Machado. Él, que vislumbró cosas más allá de la aridez de la meseta y del ser humano, dijo, como un viejo estoico:

Sabe esperar, aguarda que la marea fluya
—así en la costa un barco— sin que al partir te inquiete.
Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya;
porque la vida es larga y el arte es un juguete.

Y si la vida es corta
y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa.

Machado amaba a los latinos y aquí recordó aquella máxima, «La vida es breve; el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, engañosa; el juicio, difícil». Ya lo dijo Hipócrates. Así que, ¡avanti! Más vale equivocarse que morir, aunque el juicio sea difícil.

Qué diría Machado