Relato breve INFIELES
«—No me lo explico, cariño. No me lo puedo llegar a creer —dijo. Guardó silencio y la miró largamente—. Pero si eran una pareja perfecta. Los dos. Pobre. No sé cómo se lo va a tomar. ¿Y ella? ¿Le hacía falta hacer eso?
Se sentó en la silla del comedor y miró a su mujer. Callada, reclinada sobre el sofá como las bellas señoras de aquellos cuadros franceses del lejano siglo XIX.
—¿Qué pasa? —continuó—. Que se sentía sola, que no sabía qué hacer con esas mañanas en las que no trabaja… Ya sé que él iba mucho de viaje, pero, ¡coño! Si así se ganaba muy bien la vida, como ninguno de nosotros se la ganaba. ¿Le faltaba algo? ¿Tuvo que buscarse un amante, y además muy bien lubricado, para sentirse un poco satisfecha, llena?
Volvió a guardar silencio. Afuera, tras las cristaleras del comedor, el cielo era cruzado constantemente por las flotas de viejos jettaxis y pequeñas abejas gravitatorias, destellantes al mediodía. La ciudad fluía bajo el gran sol. Se percató de que su mujer no había dicho nada, ni una palabra. ¿Acaso ella…?
—¿Por qué no dices nada? ¡Eh! Tú no tendrás alguien escondido, ¿verdad, cariño? ¿Un Nexus-6? No me jodas.
Era tal el silencio, que hasta podía oírse las dalias artificiales abriendo sus pétalos.
—Lo siento cariño, lo siento… Tú siempre estás por ahí, con tus cosas y tus números. No me siento cuidada, no me quieres —respondió ella, sollozando—. Y jamás, jamás, me optimizas los circuitos ni te preocupas por regularme los sensores. Estar contigo es como estar con un muerto. ¡Eres un trozo de chatarra aburrida y triste! Lo siento, lo siento…»
Igor Kutuzov.
Igor Kutuzov.
Un amor mecánico. |
Ja,ja, muy bueno.
ResponderEliminar"... regularme los sensores". Es que vamos..., las últimas frases de ella son muy buenas.
Un amante lubricado? Llegaremos a competir con las máquinas? Muy bueno
ResponderEliminarNos refleja exactamente, a los humanoides en los que nos estamos convirtiendo. Muy bueno!!
ResponderEliminarMuy bueno!
ResponderEliminarDistinto a lo que acostumbro leerte, pero me encantó!
Besos!
Hola,
ResponderEliminarPues soñé algo parecido, pero sin robots. Me alegro de que os vaya gustando.
Intentaba cambiar un poco, darle algo de humor.
Un abarzo.
¡Genial! Será por la insoportable empatía que siento por los nexus6, o porque siempre he deseado un cerebro positrónico que me ayude a regular las emociones.
ResponderEliminarCambio de pantalla, amigo mío y lo has hecho con la sofisticación que te caracteriza.
Desde luego, hoy me has arrancado una sonrisa lubricada
¡Un beso!
A veces pasa, Igor ;)
ResponderEliminarIncluso entre robtos....
EliminarMe gusta el detalle "reclinada sobre el sofá..." y la presencia del sol y las abejas destelleantes. Queda muy realista, y poco convencional, a la vez.
ResponderEliminarSaludos :)
¿Y esos sueños que tienes pero sin robots? jajaja
ResponderEliminarMuy ocurrente lo de las infidelidades de máquinas capaces de pensar y relacionarse entre ellas.
Un saludo
Un cerebro positrónico es lo que necesito yo, Patricia, gracias por el comentario muy de cienciaficción.
ResponderEliminarAsolada, sí, hasta a los robots les sucenden estas cosas.
Explorador, es que enmedio de tanta tecnología me vino a la cabeza la pintura del XIX. Gracias por pasarte.
Dissortat. Dice Punset que los sueños son como campos de entrenamiento. Yo creo que son más, que existen.
Saludos.
Nexus-6, maquinas muy avanzadas, brillantes, pero duran poco. Está cercano el dia de nuestro regreso y sin ninguna duda, los machacaremos.
ResponderEliminarBuen relato Igor. Saludos.
En la era de los drones, no descartes la vuelta de los Nexus-6. Ahhh, eh infieles, como sus padres.
EliminarPues muy simpatico este breve relato, y es que hasta con circuitos y conectados a la red electrica, nosotras necesitamos ser cuidadas, jajaja
ResponderEliminarFantastico y muy diferente, asi me gusta con sorpresas incluidas
Saludos
Muy original, pero es un terreno por el que no circulo... será por falta de lubricación en el carro.
ResponderEliminarUn saludo
Lo siento, lo siento... Suele suceder =O
ResponderEliminarMe gustó bastante, un beso =)
Los Nexus-6 pronto nos mostraremos al mundo. Incluso, como ya se ve, adoptaremos ciertas costumbres de los sapiens. Otras las descartaremos, como ir a los centros comerciales.
ResponderEliminarsaludos.
Es genial, me parto. Me ha hecho muchísima gracia. ¿Un amante lubricado? Qué bueno.
ResponderEliminarUn amante lubricado vale por dos. Aunque sea un poco mecánico.
ResponderEliminarSaludos.
¡Vaya! ¡Cuanto menos... curioso! ¿He de interpretarlo como un microcuento o como relato efímero?
ResponderEliminarClaramente se percibe su influencia de literatura fantástica y ciencia ficción que fluye por tus venas de tantas que te has chutado. Si yo cuidase tanto esa debilidad como tú, inevitablemente mis versos se verían salpicados de clones y robots jajaja. ¿No estaría tan mal, verdad?
Un abrazo
Jejeje, me recuerdqa a las clasificaciones que las mujeres le dan a los hombres
ResponderEliminarHola Agustín.
ResponderEliminarPues sí, un relato efímero. Ahora que dices eso de poesía y ciencia ficción, leí un libro de pomeas sobre cyborgs. No demasiado bueno, pero...
Saludos.
Hola Gin, los reproches siempre acaban siendo un camino de dos direcciones, ¡qué le vamos a hacer!
Saludos.
Nexus-6? un replicante? Bueno, la gracia de estos es que no parecen pedazos de chatarra. Tú o yo podríamos ser replicantes sin saberlo, no? Quien sabe. Basta con ver algunas escenas de Blade Runner, gran pelicula por lo demás. La escena final (que sale en la versión del director) es maravillosa, muy similar a la de Inception.
ResponderEliminarOh, me ha gustado mucho. Estas cosas suelen pasar... aunque espero que el hombre no se tomara a mal la respuesta de la mujer x)
ResponderEliminarSaludos!
Kensan, no estoy nada seguro de no ser un Nexus-6.
ResponderEliminarAlma Errante. Hombre, sí siente una gran decepción, aunque su corazón sea de hojalata.
Saludos.
¡Qué sensibles son estas máquinas, por dios! Buenísimo y elaboradísimo.
ResponderEliminarINFECTADA-X
Je,je. Espero que te hayas divertido. Gracias por comentar.
ResponderEliminarSaludos.
Como te dije, allá voy. Ahora me he quedado algo chocado, porque juraría haber comentado este...
ResponderEliminarBueno, ¿Nexus-6, modelo de placer, quizás? XD
Porque yo quisiera uno...
La infidelidad... ni los robots se escapan a ella. Culpa suya por querer parecerse a los humanos, y culpa de los fabricantes por hacerlos tan parecidos.
Thanks for a marvelous posting! I seriously enjoyed reading it, you can
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