Stevenson, La Isla de las Voces |
Robert Louis Stevenson posee muchas voces: el libro de aventuras, la literatura fantástica, el terror. Sus islas son catalogadas muchas veces como paraísos de novela juvenil. Y es cierto que fue un gran artesano en esas aguas, muchas veces mal consideradas de poco calado. Sus relatos fantásticos son de los mejores escritos en la reciente historia de la literatura.
Bien. Y esa es la corriente general. Todo el mundo recuerda los fondeaderos de la Isla del Tesoro, quizás no tantos los bosques cerrados cerca de La Casa del Foso, y esas bocacalles de Shoreby por los que cabalgó Richard de Gloucester (tan maltratado por la historia y por Shakespeare), manchados con la sangre de los partidarios de York y los lancasterianos. Un día de estos debo hablar de La Flecha Negra, gran novela y manual para jóvenes y viejos escritores.
Quizás el islote más famoso de Stevenson, publicado en 1886, fue uno llamado El extraño caso del Doctor Jeckyll y Mr. Hyde, trampolín hacia la fama y el dinero para el autor. En esta novela, que estuvo a punto de no existir (se perdió o se quemó o su señora se asustó…) Stevenson vuelve a una de las constantes de su obra: el mal en el mundo, el mal que habita en nosotros. El mal que en la Flecha Negra encarna brillantemente sir Daniel Brakley, señor de Tunstall, y en la Isla del Tesoro uno de los mejores malos de la literatura, el gran Long John Silver.
Si la obra de Stevenson resulta apasionante, no menos lo fue su vida. De ese largo periplo, de sus viajes y constantes cambios de residencia, que a mí se me antojan también desesperados, como si además de luchar contra la tuberculosis en su hormigueo vital habitaran otras razones, surgieron más islas, más voces.
Y aquí es donde quería recordar o recomendar La Isla de las Voces, una historia mágica, entre la leyenda, el misterio y el horror. En narración corta RLStevenson es también muy potente. ¿Qué encontramos? Un relato emocionante que descoloca, con uno de los ingredientes recurrentes de Stevenson: la avaricia, la ambición humana como motor de destrucción o pasaporte al otro lado, como en el caso de Jeckyll y Hyde. Y unos momentos inolvidables para los amantes del género fantástico, cuando empiezan los saltos desde un simple comedor.
¡Qué curioso! Encontré esto en la red, (Isla de las Voces en "Voz Alta", para MP3 ) que se me antoja tan infinita como le debió parecer a un griego antiguo el Mediterráneo. Dejo el enlace por si alguien quiere ver más cosas. Un sueño hecho realidad, esto del audiolibro. En fin, la modernidad.
Por último, un aviso para los que como yo, nos cuesta sudar la tinta negra que pide una página en blanco. Una cita célebre de Stevenson: «Durante catorce años no he conocido un solo día efectivo de salud. He escrito con hemorragias, he escrito enfermo, entre estertores de tos, he escrito con la cabeza dando tumbos».
¿¿¿Por qué me creo más las historias de Stevenson que los periódicos???
Jo, de tota manera em quede amb "El extraño caso del Doctor Jeckyll y Mr. Hyde", segurament perquè em sent identificat. El cas de desdoblament de Jeckyll és el que podríem dir-ne de personalitat múltiple, malgrat que només siguen dues persones i es tracte de pura fantasia. Si estirarem d'eixe fil...
ResponderEliminar"La isla de las voces" la desconec per complet, però mai és tard.
Salutacions
Deberíamos dar las gracias de poder escribir sanos, al menos físicamente.
ResponderEliminarJa! Justo hace unos días me compré un libro de Stevenson, principalmente interesado por leer la historia de Dr. Jekyll y Mr. Hide. Debo decir que me sorprendió gratamente. Es más, me encantó, así que ya estoy pensando en conseguir otros libros de él. Y sobre la cita que pones al final, me hace sentir avergonzado de mi falta de voluntad. Si el pudo, yo también!
ResponderEliminarperdón. Era Mr. Hyde, no Hide :P
ResponderEliminarAquellos a los que escribir nos da la vida -y con eso no digo que lo hagamos bien, qué más da: nos da la vida-... deberíamos seguir ese consejo.
ResponderEliminarLa enfermedad puede ser inevitable. Vivir puede ser convocado igualmente en esa plaza loca, enferma, confusa del día a día.
Tengo poco tiempo para leer. Así empecé a escuchar la radio literaria de unos amigos por internet Radio Diane, de Delenthaestcarthago-para los amigos tampoco tengo todo el tiempo que querría, de golpe, tuve ambas cosas.
Entonces aparecieron los textos grabados de Cortazar y de Boris Vian... empecé a preguntarme por un audiolibro...
este cae... en las próximas tardesde mi vida de Naufrago en la Oficina.
Que hermosa frase que nos regalaste.
ResponderEliminarBeos!
Yo no he leído nada de Stevenson. Alguna vez cayó una isla del tesoro en mis manos pero no pasé adelante gran pieza antes de que me terminara por desinteresar. La verdad es que las de piratas no me van mucho, o nada.
ResponderEliminarLa que comentas, La isla de las voces, no me suena de nada. Pero haces una defensa de ella tan sugestiva que es una tentación.
Y La flecha negra tiene buena pinta. Alguna vez oí que había algo de ésta en la Espada de fuego y hielo de Martin. Esperaré al comentario que de ella -quiero decir, de La flecha- hagas.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarTambién revindico a Conrad, al gran Kipling (El hombre que quería ser rey), Salgari, Verne, Conan Doyle (Mundo Perdido) y H.G Wells y su fantástica Guerra de los Mundos.
En mi opinión, todos ellos tenían algo en común, la narración al servicio de la historia contada y no al revés.
Saludos.
Bien dicho, es algo que me gusta de las historias “de la vieja escuela” donde lo importante era la aventura, el descubrimiento, supongo que serian los precursores de las peliculas de serie B que se esforzaban en contar sin tratar de ser comerciales, creo que se les podria ver como los cuenta cuentos de la sociedad-gorro-de-hongo del mismo modo en que han existido contadores de historias populares en todos los pueblos, solo que estos se sentaban frente al fuego de la chimenea en lugar de una hoguera y sus historias se las llevaba el viento pero por medio de una hoja para que pudieran llegar mas lejos
ResponderEliminarNunca le habia visto la cara al autor pero solo se me ocurre que se parece al papa de la serie “cuentame como paso”
yo entro ya que va a ser la final para España a desearte feliz fin de semana y si te gusta el futbol alaaaaa por la roja que gane...besos
ResponderEliminarMarina
Cuantas cosas. Lo primero, gracias por la recomendación, será escuchada como merece.
ResponderEliminarDebo uno de mis más gratos recuerdos como lector a una escena de secuestrado: para no destriparla, sólo diré que es un encargo en una noche de tormenta de un tío a su sobrino para que vaya a recoger algo en un edificio cercano. Memorable y espeluznante, cada vez que lo recuerdo...y bueno también tengo ganas de leer "La flecha negra", la tengo por ahí, en casa. Y tus reivindicaciones son las mías, también :)
Un saludo.
Igor que interesante como 100pre :D tomare mas notas sobre este grandioso post!
ResponderEliminarSaludos desde RD! Espero verte por mi MundO :p
A mi Dr. J y Mr H nunca me llamó la atención, prefería "El enano negro".
ResponderEliminarSi te gustan Stevenson o Walter Scott, espero que ya estés ahorrando para un viaje por aquí. Doy fe de que sus historias se disfrutan mucho más al ver de dónde vienen.
trabajo interesante y amplificador de conciencias, base de todo aquel ,que pretenta escribir, pero en verdad,y aca llega,me interesa muchos mas,-por supuesto que una base soloda anterior-los auitores contemporaneos, sinceramente me pesa leer odas, escritas por personas,el romanticismo, en fin...es largo, y solo pase a decirte que entre en la sociedad de escritores chilenos,honor pocas veces dado a extranjeros!
ResponderEliminarun abrazo,compañero
lidia-la escriba
Me uno al clamor. A mí también me gusta Stevenson y no pienso perderme "La isla de las voces" Ya el título me encanta. Es muy sugerente.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Patricia
Hola,
ResponderEliminarLa voz de la grabación es un poco metálica, pero se puede seguir. Gracias por comentar.
Saludos.
Hace poco he conocido a un muchacho que debe tener veinte años, más o menos, y se ha leído todo lo disponible de Stevenson en español.
ResponderEliminarTodavía hay esperanza para la humanidad, diría yo.