Aquello que más me seduce del género de La Fantasía, cuando se traslada al arte, es la pirueta que permite ejecutar sobre la deforme realidad. Más concretamente sobre el Yo Cotidiano, que incluye el día a día, el trabajar, estos muebles que me rodean, la rutina y los animales de compañía, sobre todo gatos, que como esfinges de otro mundo, me acompañan.
La Fantasía es un trampolín hacia el otro lado, en el que obsesiones, belleza y miedos, se materializan con una cierta libertad y en las más diversas formas. Sin duda, de este modo, la literatura fantástica puede leerse como un desplante al mundo, como una reformulación de la realidad, muchas veces siniestra.
El inconveniente de esta materia gaseosa es su terrible inestabilidad, es como cabalgar a un potro salvaje o manejar un barro demasiado resbaladizo. Material inflamable. Al menos yo, nunca estoy seguro de nada cuando el sustrato es fantástico. ¿Resultará creíble esta escena? ¿Aquella criatura que he creado, con trazos grotescos, no resultará cómica? Trabajar con elementos dictados por la imaginación se parece en algo a manipular nitroglicerina. O a trabajar con acuarela. Un poco demasiado de agua o un pincel demasiado seco dan resultados muy distintos. Porque la fantasía emana de los sueños, y en mi opinión, se trata de cristalería fascinante, pero siempre frágil.
Literatura Fantastica |
Sí, hay fantasía, pero ésta aparece progresivamente, a medida que la historia avanza se van introduciendo más elementos fabulosos, de modo que puedan ser asimilados paulatinamente. Es un modo de hacer, válido como cualquier otro.
En la Primera Parte del libro aparecen, surgidos de la profundidad de las tierras de poniente, los murrianos, dispuestos a alcanzar la relativa seguridad de las tierras del este, el corazón de Vamurta y, también, las aguas del Mar de los Anónimos e intentar, así, influir en las Colonias. Los murrianos, seres de fantasía, son un pueblo gregario y muy antiguo, aunque el contacto con el individualismo del hombre gris supondrá algunos cambios, algunos de largo alcance.
En la Segunda y Tercera Parte, adquieren protagonismo sufones y vesclanos. Ignoro aquí a los Hombres Rojos, porque éstos, a pesar de su color, vienen inspirados por los Años Oscuros de Europa (Dark Ages. Ver en: http://en.wikipedia.org/wiki/Dark_Ages ) y las asombrosas tribus que en este tiempo aparecieron, tras la caída del Imperio Romano.
Los sufones son una de las razas más extrañas y herméticas de este universo en constante transformación. Los vesclanos son, probablemente, la civilización originaria de lo que se denomina comúnmente como “Las Nuevas Tierras” o “Las Colonias”.
Hay otros seres que no mencionaré aquí. A veces en pequeños grupos, también pueden aparecer solitarios, vagando bajo las sombras de viejos robles. Incluso pueden surgir de la nada, o en un paraje aparentemente cercano, posible. En común, los seres fantásticos de Antigua Vamurta anhelan sobrevivir en un mundo convulso, en el que resulta difícil discernir quién es quién y cuál es la frontera del bien y del mal.
La fantasía permite mcuhas cosas, ir más allá. Bonita explicación.
ResponderEliminarJaime.
Hola Jaime,
ResponderEliminarEso, precisamente, el poder navegar sin tener todas las reglas fijadas, es de lo que más me seduce del género fantástico.
Mientras se sea coherente. Y allí empieza lo complicado.
Un saludo y gracias por pasar.