La poesia y el Mar |
En su libro de poemas «Las Flores del Mal», Baudelaire dijo:
“¡Hombre libre, tú siempre amarás la mar!”.
Creo que es improbable ser libre pero sí es posible amar la mar, y amarla siempre. Y a eso pienso dedicarme en breve.
Mi intención es realizar, a diario, un homenaje al poeta Jorge Guillén, quien como pocos supo inmortalizar el acto de acercarse al agua y zambullirse en ella. En «Nivel de Mar» el autor de Cántico describe, plasma un impulso, el de correr hacia el mar, el vivir la breve ilusión de la libertad, hasta ser derribado por una ola.
¡Salir, por fin, salir
A glorias, a rocíos,
—Certera ya la espera,
Ya fatales los ímpetus—
Resbalar sobre el fresco
Dorado del estío
—¡Gracias!— hasta oponer
A las ondas el tino
Gozoso de los músculos
Súbitos del instinto,
Lanzar, lanzar sin miedo
Los lujos y los gritos
A través de la aurora
Central de un paraíso,
Ahogarse en plenitud
Y renacer clarísimo
—rachas de espacios vírgenes,
Acordes inauditos—
Feliz, veloz, astral,
Ligero y sin amigo!
“Lanzar, lanzar sin miedo los lujos y los gritos”, esto deberé recordarlo como hoja de ruta vital, como éste “Feliz, veloz, astral”. Aunque como Baudelaire y su libertad, la felicidad sea una quimera. Prefiero la actitud terrenal de Porco Rosso, que pasaba el tiempo esperando, sentado frente a una playa junto a una mesita en la que se sostenía una botella de vino. Más que la absurda lucha contra el destino de ese triste cuento de Hemingway, El viejo y el Mar.
Todo el agosto de homenaje a Guillén. En el Mediterráneo intentaré encontrar a Epaminondas, a Kavafis, a Helios y a otros dioses menores, como San Miguel.
También intentaré conectarme vía cybercafé algún día. Pero antes, quiero subir un breve relato fantástico, que voy a pulir esta noche. Será divertido y ligero como una lectura de verano.
Precioso todo: la frase de Baudelaire, el poema y la idea de tu diario y el futuro que te espera junto al mar. ¡Feliz verano!
ResponderEliminarDe divino Baudelaire nada puedo decir; y de la mar, pues sin duda alguna todos quedamos perplejos ante su inmensidad. Hace un par de semanas estuve de madrugada a la orilla de la mar, solo. Las olas, en su retroceso sobre la arena, con su sonido, hacían respirar a la mar con un resoplido poderoso. Cerré los ojos, me asusté y retrocedí con respeto. Quise dedicar un post a esto, pero bueno, aquí lo dejo...
ResponderEliminarDisfruta del verano
Ue, ue, ue!!! ¡Qué subidón! Baudeliere, Jorge Guillén, Miyazaki, Hemingway y el mar, así de sopetón. ¿Será este calor tropical que te está afectando más que a mí? Pues guay.
ResponderEliminarQuina sorpresa! Espero aquest relat amb candeletes.
Abrasus!!!!
Hola Meme, gracias. Espero que tú también lo disfrutes y que te resulte muy creativo.
ResponderEliminarDissortat. Pues creo que sí deberías dedicarle un post a eso. Esa sensación la conozco, aunque hace años que no la vivo. Este retroceder ante el mar. Y es que somos muy pequeños frente a él, casi una nada. A ver si te animas y lo publicas.
Saludos.
Hola Patrícia, al final ayer no pulí nada... A ver si lo subo hoy. Por cierto, no supe hasta ayer, buscando un enlace para Porco Rosso, que era de Miyazaki, ¿te lo puedes creer? Pero este hombre... ¡Es un genio!
ResponderEliminarEl calor me afecta, sí, y quizás esté perdiendo las formas y hasta parece divertido dejarse ir.
Espero que el relato te guste.
Un abrazo.
Excelente terapia para el alma, la de descansar a orillas del mar, junto al espumoso San Miguel, leyendo a los clásicos y viéndolas venir. ¡Yo me apunto!, si andas por Pals o Begur, igual nos (la) vemos. ;)
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Rapanuy,
ResponderEliminarEl Santo Miguel casi nunca falla, siempre está ahí, fresco, en la barra de un bar.
Caramba, has resumido mejor que yo lo que pretendo hacer en los próximos 30 días.
Estaré en Canet (nada que ver con aquello del "Canet Rock"), pero si subo al Empordà, te aviso, aunque cargo con criaturas.
Y estaría bien charlar un día los tres, tú, yo y San Miguel.
Saludos-
Nunca es tarde y nunca se relee bastante a los poetas, muchas gracias Kutuzov por este post.
ResponderEliminarHola Magda,
ResponderEliminarEs verdad, nunca se relee bastante un poema, hay secretos caminos y giros por descubrir. Y con los años, tú cambias, y los sabores de un mismo poema también.
Saludos.
Pues que tengas un feliz descanso frente a tu querido Mediterráneo.
ResponderEliminarComo pocos, Guillén mezcla en un cóctel explosivo multitud de elementos sin parangón.
ResponderEliminarBuena selección.
Un saludo