13 sept 2011

En el inframundo.

Un cuento corto, En el inframundo.

Hoy, martes y trece, he visitado el inframundo. He estado, como un Dante moderno, en un lugar que jamás os recomendaría, amigos y amigas. Un lugar sin tiempo, un lugar donde hombres y mujeres olvidan amarse. Como almas en pena, los seres divagan de un círculo a otra sala. ¡No saben a dónde van ni qué es lo que quieren! Dios, ámalos a todos. Los he visto pararse, salirse del camino marcado con flechitas negras en el suelo, perderse mirando las muchas paredes que esconden el vacío. Esta postmodernidad de neones. Como pájaros sin bosques, van de un lugar a otro sin conocer el descanso. ¡Dales algo! Un lugar donde han empezado muchos divorcios, y se han perdido respetos, carícias y agrios colores. De donde se marcha, alado, el amor. Hoy martes, una parte de mí ha muerto en Ikea.

Añado vídeo de Magda Revetllat que sirve como ilustración a este breve relato.


Share/Bookmark

19 comentarios:

  1. jajajajaja para ti semejante al infierno de Dante... para mi el cielo!!!
    ( eso si, los días que no hay mucha gente...)
    ;)

    ResponderEliminar
  2. ¡Pero hombre!. Algo verías. En un sitio así, tan variado, tiene que haber algún detalle, alguna máquina, que encaje en tu vida. Déjate llevar, pero no por la Fuerza sino por la serendipidad.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, en serio. El Ikea ya no es un buen sitio para comprar. Es como el Mercadona, muy barato por aquí y luego te meto el navajazo por allá.
    Casi mejor las tiendas del barrio.

    ResponderEliminar
  4. Están jugando el Barça-Milan. ¿Queda algún cule en este maldito site? uufff. Vale.

    ResponderEliminar
  5. Buenas dafd,
    Pues era tal mi aturdimiento, mis resistencias psicofónicas a tal infierno, que no sé qué decir. Una concatenación de objetos...

    Velkar, ¡Hombre! Saludos.

    ResponderEliminar
  6. A mí me pone nerviosa ir a Ikea, elegir entre tantísimas cosas no es fácil, sobre todo si no tienes un interiorista que te asesore y advierta que eso, aunque sea muy bonito, en tu casa "no pega ni con cola".

    ResponderEliminar
  7. Hombre,si. Pero si tienes la tarjetita "Family", por lo menos el café te habrá sido gratis.

    Por cierto, te ha salido muy catalán eso de decir "el" Ikea :-)

    ResponderEliminar
  8. Brrr. Muebles Ikea. Benditos serán el día del traslado.
    Miércoles, es verdad. Sería "EN Ikea", creo.

    ResponderEliminar
  9. Me parece que tienes razón con lo de comprar mejor por las tiendas del barrio.

    Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  10. Que bueno...
    Ni Dante podría haber previsto tal horror.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  11. Yo conozco un Ikea (supongo que serán todos muy parecidos) y la verdad es claustrofóbico, eso de meterte y tener que recorrer todo el almacén para poder salir...uff...

    ResponderEliminar
  12. Jejeje antojóseme aciago el sendero marcado, como el chillo de los engranajes de la pre-producción ordeclasificada. Ay míseros muebles!! Condenáis a los aún mortales. Por vuestra madera corre la savia de los bosques tristes; he dicho.

    ResponderEliminar
  13. Destí infaust, diumenge 18, correcció de relats al voltant d'una gran taula de fusta Ikea, el teu cul assegut en tous coixins blancs d'Ikea. ^_^

    ResponderEliminar
  14. Igor, magnífica asimilación de Ikea con la obra de Dante, en mi mente se forman imágenes, ¿podré reprimir el pincel?

    ¿Por qué no se me habrá ocurrido a mí?

    ResponderEliminar