Los Relatos de Antigua Vamurta
TAONOS (IV)
Mitos, leyendas y viejas historias épicas
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Taonos es un relato de mitos, leyendas y fantasía que publico por fragmentos. En la pestaña de "Cuentos Fantásticos" podéis seguir el orden los relatos.
Se habían encendido docenas de lumbres, que ocupaban el ancho del valle. En el centro de ese diminuto universo de hogueras, se levantaban las tiendas de los nobles y capitanes, entre las que se distinguía la del hermano del Conde, sostenida por puntales ribeteados en oro.
—Gobernador. Mañana, antes de partir, ordenaré que la tropa calce las pieles sin curtir. El invierno nos acecha.
—Sabia decisión, Ciros, señor. El frío será nuestro fiel compañero a partir de ahora. Pronto encontraremos nieve. Esperemos que el cielo sea benévolo con nosotros y no nos castigue con su rigor.
—Me pregunto cómo nos recibirán en Taonos, si nos darán mercado o si serán hostiles.
No era una cuestión baladí. Taonos era la única población conocida entre Arbot y las Gargantas, un pequeño núcleo fortificado por un alto muro circular, dotado de torres panzudas. Si en Taonos les vendían provisiones, la ida y la vuelta serían posibles sin hambre. El gran veguer de la Marca Sur se tomó su tiempo para contestar. Era una de sus prerrogativas, tras tantas campañas al lado del Conde y de su hermano, a quien prefería, pues a pesar de no ser tan resuelto, en su alma anidaba la auténtica nobleza.
—Supongamos que nos esperan con las puertas cerradas y con las lanzas listas sobre la muralla. No sería un gran trabajo tomar ese bastión con las fuerzas que nos acompañan.
Los dos braseros de la tienda daban un gran bienestar a los dos caudillos que discutían sobre el mañana. Fuera, el aire del norte raspaba a los hombres y mujeres, tumbados cerca de los fuegos. El gobernador de la Marca Sur hizo un gesto desdeñoso y dijo:
—Sí, mejor pagar. Nunca he comprendido por qué estos montañeses, de nuestra misma sangre, nos rechazan. ¡Todo serían ventajas para ellos!
—El orgullo es gran pecado. Los dos lo sabemos bien…—contestó Ciros, mirando el blasón de la golondrina negra estampado en sus túnicas—. Mi hermano es un buen estratego, pero… Y, respecto a los salvajes. Nuestros dioses nunca han sido entendidos aquí, donde se adora a las fuerzas de la montaña, al trueno, a los ríos. Prefieren vivir asilvestrados, pobres y sin señor, a las comodidades de nuestra civilización.
No me importa los que falten,aquí me tienes leyéndolos con avidez.
ResponderEliminarBesos.
Magníficos relatos ¡Y los que quedan por venir!
ResponderEliminarDelicioso. Con unas pocas palabras logra usted que visualicemos perfectamente ese campamento. Y el lenguaje empleado en la conversación resulta de lo más logrado. Esto marcha, monsieur.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
¡Avanti! Eso trato.
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios. Compartir esta historia es un goce. Saber que gusta a unos cuantos, mucho más.
Besos.
Gran coversación entre tinas jaja
ResponderEliminarJo Igor que chulada de fragmentos que relagas, seguir y seguir, es hipnotico este camino que estás trazando, nos tienes a todos enganchados.
!Avanti! jajaja Eso me gustó ;D
Besos mi chico.
Igor, bella prosa. Y lo que todavía serás capaz de dar en el futuro.Sabes, si yo fuera editora, ya te estaría comprando los derechos de Antigua Vamurta II.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encanta, i intueixo veure a on arribarà el fil del laberint.
ResponderEliminarNobles realistas...wow, en la ficción se ve muy poco. La realidad es otra cosa, mira Urdangarín xD
ResponderEliminarMe ha gustado imaginar la ciudad fortificada de Taonos, la imagino entre montañas, encajada en un cañón. Y me recuerda en cierto modo a...los gemelos ;)
Un abrazo :)
Urdangarin. ¿Por qué cuando no te falta de nada? Solo hay un dios, el dinero.
ResponderEliminarSaludos, Explorador. Los gemelos, ja, ja. ¡No tan grande!
Pilar, buenas.
ResponderEliminarDel segundo libro de Vamurta llevo 180 páginas escritas. Voy sobre la bicileta, que ya es algo.
Este relato en paralelo a los libros llevaba 2 años en el cajón, ya era hora que le sacase el polvo.
Besos.
Aquí seguimos
ResponderEliminarTan breve y tan rico. Me encanta. Te sigo. Al pie del cañón hasta el final. El orgullo es un gran pecado... y a veces una virtud. Casi siempre. ¿Pecado y virtud de la mano? ¿Por qué no?
ResponderEliminarBs
Lamentablemente el "pecadillo" del duque de Palma no servirá para derrocar la monarquía de los Borbones (a los que detesto) y proclamar la III República y esta vez federal.
ResponderEliminarYa sabes que te sigo encantado, pero no he podido dejar de meterme con los ciudadanos Capetos jajajajaja
El orgullo es pecado, aunque a veces me permite mantenerme a flote. Y no soy el único. Decía una señora muy mayor que conocí que la clave de la vida es "adaptarse". No sé qué decir. Sí, combinados. Pero, y cuándo tenga 88 años. Ya lo pensaré.
ResponderEliminarBesos.
Dissortat. Yo no quiero una IIIª República de feoderatis. ¡Quiero una monarquía! ¡Viva Tomás de Zumalacárregui y el príncipe Carlos María Isidro! Pero, un momento, también era Borbón Don Carlos... Creo.
ResponderEliminarEn fin. Quiera lo que quiera lo que va a venir es la Nueva Aristocracia. La de las corporaciones, me refiero.
Saludos.
Borbón y tan Borbón. En su momento hubiera encajado mejor Carlos, pero ahora con su línea de sucesión rota mil veces, ya no queda nada de él y el carlismo da mucho miedo. De todas formas esta monarquía no la tumba ni el mismo Franco que la forjó.
ResponderEliminarAbrazos
Dissortat, ¿qué haremos con la verdad? ¿La dejamos en los arcones?
ResponderEliminarUn abrazo.