El otro día fui a
un funeral. Cómo me quedé atrás, de pie contra una pared, escuché al cura. Citó
el libro de los libros repetidamente, La Biblia, así, en mayúscula. Es
innegable la fuerza poética, la pureza de muchas de sus palabras. Es un bello
libro. «Nada me falta,
Rajoy es mi pastor», y cosas así.
Conocí a un tipo
que sostenía que todas las historias están contenidas ya en Homero y en la
Biblia, que el resto son meras repeticiones. Yo no sé tanto, camino por cañadas
oscuras sin temor.
Sobre la Biblia. Lo
que más me sorprende son los comunes errores en cuanto a su valoración. Cuando
voy a la biblioteca del barrio la encuentro clasificada en los libros de religión. Yo, que soy un tipo que
quisiera ser ordenado, la vuelvo a poner en el apartado de literatura fantástica, junto a Wells, Ballard, Tolkien y la Odisea,
que también es un buen libro. Pero a la semana siguiente, visito el santuario
de libros y, ¡zasca!, han vuelto a poner La Biblia bajo el epígrafe de
“religión”. Debe ser ese bibliotecario con gafitas troskquistas el que me
joroba siempre.
Se dice, es cierto, que todas las historias ya están contadas. Partiendo de ahí es inutil alzar la mano para contar algo. Pero, cada ser es un libro andante, que si bien, está condenado a repetir las historias de sus antecesores, también puede, dede sí, darle un aire más fresco, personal, a sus vivencias. De ahí que la biblia se haya reescrito infinitas veces pero solo se reconoce como biblia al libro antiguo de la historia cristiana.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con Camilo. En cuanto a las catalogaciones de los libros, ya sabes como funciona, jaja, a veces por el título te envían a una sección o a otra.
ResponderEliminarPor cierto, también yo la hubiese colocado en literatura fantástica.
Está bien eso de pensar sobre la Biblia y la literatura al ir a un funeral. Yo no paso de "¿Otra vez la carta de San Pablo a los Corintios sobre el amor? No se curran nada el cepillo.
ResponderEliminarLas palabras de la bibilia poseen mucha fuerza. Desde chica ya me engolosinaba escuchando al cura en las homilias, pero sobre todo en la lectura de los salmos. Casi todo es poesía. Aunque difiero de que La Odisea sea tan buena.
ResponderEliminarY para suerte tengo un hermano cura que siempre me hace voltear a la biblia.
Saludos grandes.
También tengo un amigo que dice lo mismo que el tuyo. Si no estuvieras tan lejos diría que son la misma persona, jeje.
ResponderEliminarDiscrepo un poco: para los creyentes, entre los que me inscribo, es lógico que la Biblia sea algo más que un libro de historias.
Saludos.
Amigo Igor, yo que soy católica, no considero la Biblia como un libro fantástico, pero si lo pondría en la sección de historia, más que nada, porque toda nuestra historia esta basada la mayoría en la religión... De una manera u otra. El problema en general es que nadie nos enseñó a interpretar la Biblia, y por eso muchas personas piensas que es un relato fantástico, pero cuando aprendes a interpretarla (24 años siendo cristiana y tuvieron que enseñarme ya con 20 en la Universidad)te das cuenta que lo que viste de una forma, ahora lo ves de otra.
ResponderEliminarAun así, bienvenida sea tu entrada, que al menos, catalogas la Biblia en algún sitio jejejeje. Un besazo.
Tal vez deberias preguntarle
ResponderEliminarUn abrazo
Querido Igor, soy de las que ha leído el Nuevo Testamento muchísimas veces en la niñez, y el Antiguo Testamento ya en la madurez. Me gustan mucho los cantos de amor del rey David. ¡Cuánta sensualidad! Una belleza. De cualquier libro, siempre algo nos toca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Recuerdo haber leído una teoría sobre el origen de la Biblia. La escribieron esclavos judíos cautivos en Babilonia. Claro, eso despertó mi fantasía. No sé si alguien lo puede corroborar.
ResponderEliminarParece que los cautiverios pueden ser muy literarios. Cervantes lo sabe.
Saludos.
A mi me encanta el porno biblico y todo eso de estar por encima de todos y machacar al que se oponga, durante mi niñez era muy creyente pero en un intento de comprender a dios empece a leer la biblia y me volvi ateo, despues me volvi hereje porque es mas divertido y porque asi puedo citar versos que me hacen sonar suntuoso
ResponderEliminarA todo esto en el bachillerato me apodaban dios y algunos de mis amigos hasta jugaban a rezarme (es en serio) los que no me apodaban dios me apodaban erudo, al resto los vomite de mi boca
Hola,
ResponderEliminarCon 20 años, me llamban "el colilla", de tantas hostias que me metí con la moto. En cambio, me sentía casi invulnerable, capaz de todo.
20 años después, más que hacer lo que me da la gana, hago lo que puedo.
Raro, me siento más libre que entonces, aunque no sé por qué.
Un abrazo,
El colilla.
PD: y sí, al final me vendí la moto.
Está bien en cualquiera de los dos epígrafes, según mi criterio. ¿Qué es la religión sino la fantasia del ser humano ante un devenir ignoto y amenazador en muchos casos?
ResponderEliminarExtraordinario tema... Unos amigos, unos vasos llenos, y a decidir que anaquel de la libreria le corresponde al gran libro.
Gran diferencia entre antiguo y nuevo testamento, pero eso queda para otra ocasión.
Un abrazo
Jajaja, ¿por qué no editas una versión fantástica? Con muchos más monstruos, magia y poderes ultrasónicos. Le das a Sansón una AK-47 y todo listo...
ResponderEliminarAy si te agarra, cambiando de sitio un libro tejuelado, el Superbibliotecario. Aseguran que lleva capa tipográfica y máscara de antiparras, y al usuario que la hace... Súper se la hace pagar.
ResponderEliminarJa, ja. Anotado este nuevo vocábolo, "tejuelado", para mi bilblioteca personal.
ResponderEliminarYo, al bibliotecario, se lo perdono todo. El otro día me dió "El factor humano". ¡Lo amo!
Ja, ja. Qué bueno. Yo no la he leído entera. Sí, a trozos. ¿La verdad? Me gusta. Me parece un gran libro ;)
ResponderEliminarSí, la Biblia es un gran libro. Algunos aseguran que la escribieron a coro un grupo de judíos encerrados en las mazmorras de Babilonia. Más mítico no se puede ser.
ResponderEliminarEn fin, literatura fantástica de la buena, ¡y altamente recomendable!