Queridos
telespectadores y teleñecos. Ha llegado la hora de la verdad. Se acerca el
temido y tumultuoso referéndum (palabra bonita, ojo) de autodeterminación 3.0
de Catalunya.
Básicamente se
quiere preguntar al pueblo (primer error. Deberían decir usuarios) si quieren
ser independientes de España y constituir la Serenísima República de Baix
Guinardó. ¡Error!, la República de Catalunya, quería decir, ya que aquí solo
hay un rey, y es argentino y juega a la pelota. En fin. Eso. Choque de trenes.
Unos poseen la fuerza y los otros los claveles. Hagan apuestas. ¿Quién ganará?
La pregunta del referéndum será esta:
¿Qué prefiere usted, los 25 años de
gobiernos corruptos de España o los 25 años de gobiernos corruptos de Catalunya?
Cuando la
montaña rusa arranca todo el mundo está un poco nervioso. Ascienden los vagones
con la suavidad de una noche de mayo, traquetea la vagoneta, desciende como un
río que se acerca al mar y luego toma impulso. Y más impulso y más impulso, y
más hasta que llega un momento en que todo el mundo se agarra como pueda a la
barra de seguridad y grita. Gritan mucho. Todos mienten y nadie atiende a razones. En
esa fase estamos.