By Igor. |
Pródigo, segundo poema que publico en este blog del libro
de Canciones de Hierro (2015). Este
poema fue escrito pensando en todos los que se marcharon a otros países.
Buscando trabajo, buscando un futuro.
Son unos versos que sé que gustan a
Demián, este poeta que tuve la suerte de conocer hace unas semanas en la misma
Galicia, bajo un cielo cambiante de azul a granito, hasta el siempre gris de aquella canción.
Pródigo, un poema dramático en nuestros tiempos de emigración, refugiados y
pérdidas y tristezas que no entienden de fronteras.
Pródigo
Los caminos que
fueron transitados,
los espejos que te
mostraron y los propósitos,
ese saco de
códigos que daban sentido
a tu mundo, a tu
alma,
los rincones de la
barriada que son cristales
en las marismas de
la memoria,
en la infancia de
dicha sosegada.
Todo lo que
entraba y salía y volvía
a entrar en tu
joven vida se acumula,
hoy, en un patio
de chatarra y ruina.
¿Cómo? ¿Al
amanecer y al siguiente?
Escuchas promesas
del norte,
isla de sirenas
del reconocimiento,
que te quieren
para hacer más grande
su fábrica, las
redes de hierro
de las que nunca
serás titular.
Y te vas, pródigo,
embistiendo ficciones,
para verte andar
por nuevas calles
y soñar bajo un
techo que no es tuyo,
para ser
extranjero de baratas manos
que un día será
arramblado al límite
del jardín de
hielo, al muro anónimo.
Besar los labios
cálidos de madre,
rasgar el traje de
fiesta de padre
e ir olvidando,
como esa fotografía
de la que no estás
seguro si de verdad
alguna vez
formaste parte,
cuadro descolorido
que amaste,
escena de interior
que llorarás. §
Lluís Viñas Marcus, de Canciones de Hierro.