De lo mejor del año pasado. La película Pa Negre (Pan Negro) es una obra menor, por tratar sobre un drama rural que se extiende en un universo limitado, y es una obra mayor, ya que desde lo minúsculo -un pueblo olvidado, una masía y cuatro mujeres desesperadas-, salta a lo universal. Y en ese salto traza una parábola que es arte.
Y todo con un presupuesto que haría partirse de risa a los sopranos y prima donnas del Hollywood de oro. Sorprendido por la autenticidad e intensidad de esta suerte de tragedia sin apenas treguas, narrada con pulso, por la brillantez de su guión (habrá que leer a Emili Teixidó), por la inteligencia de su director, el a menudo tenebroso Agustí Villaronga (“Tras el Cristal”), y por el potentísimo trabajo actoral, en el que incluyo esos dos niños de miradas que traspasan como una verdad dicha de sopetón.
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Cine de autor, Pa Negre |
Jack, vayamos por partes. Ok.
Soy de los que piensa que se han hecho demasiadas películas sobre la Guerra Civil española y la posguerra. Pero aquí el conflicto es el detonante, una de las causas. Gracias Villaronga por no hacer un film donde los republicanos son todos buenos y solidarios y los nacionales malísimos. Eso es de Disney. Aquí hay una guerra más sutil y vieja, la de los poderosos que subyugan a los débiles. Y eso, como es sabido, sí es muy actual, eterno diría.
Como obra de arte que es, Pa Negre se sustenta sobre varias columnas. Un guión de relojería, que respira naturalidad y lirismo a veces. Que te ata y no te suelta. Una trama que funciona como esas muñecas rusas, las matrioskas, que en Pa Negre más valdría no abrir. Los diálogos no son banales, ni tan siquiera forzados en la elaboración del drama sin casi contrapuntos.
Unas actrices en estado de gracia, de la que destaco Nora Navas, la protagonista, y aquella gran señora rica del pueblo. La única que no me convenció es Laia Marull, y no por el vestido de “no tengo ni madre ni espejo” con el que recogió el Goya a la mejor actriz de reparto. No. Por el trazo demasiado exagerado y estereotipado de bruja-bruja, aunque eso es un tema del director. El resto, espléndido. Insisto en las sutilezas, que agradezco.
Y luego están es par de niños sacados de no sé dónde que nos regalan un pulmón y aire fresco. Ya decía el gran Luchino Visconti (El Gatopardo, Muerte en Venecia, Rocco y sus hermanos) que trabajar con niños es muy complicado. Cuando le preguntaron cómo conseguía conducirlos tan bien, él respondió que los trataba como adultos, con broncas y respeto incluidos.
El amigo Villaronga logra, quizás, su mejor obra aunque es un director que siempre resulta estimulante. A todo lo dicho hay que sumar una puesta en escena y unos malabarismos de producción que buscan apoyar la credibilidad de la historia. Sucio, mugriento, poco complaciente es el mundo de Pa Negre, como casi se tratara de un breve retorno al neorealismo en color, con ecos de Casa de Bernarda de Alba.
Y luego está el BOSQUE. Magníficamente fotografiado. Un bosque hermoso, salvage, misterioso. Un espacio, acaso el único, de libertad para esos dos niños que, como los eremitas de la Edad Media, se pierden en él buscándose a sí mismos, buscando trascender a la miseria material y espiritual que los ahoga.
Sólo hay un par de cosas que flojean: con más dinero, se podría haber hecho una película mejor. Ahí está la brillantez y el lujo de
El discurso del Rey, por ejemplo, que no deja de ser una historia amable. Y en las historias de fantasmas, como el escarmiento de aquel que es distinto, algo que seguimos haciendo como primates que somos, hay algunos panes poco cocidos. Aún y así, con poca pasta hay escenas magistrales, un montón: la divina merienda, el colegio, muchos exteriores...
Pa Negre es una de aquellas joyas que de vez en cuando emergen del mundanal ruido que es la cultura de hoy. Una tragedia griega en un universo embotellado. Pero, ¿entonces?¿es posible hacer cine...? Yes, Master.
Siempre mejor en versión original, claro. Con ese bello catalán alejado de la costa, tan sumamente rico en matices, léxico y giros... Y, ¡uf!, estoy sin aire.
- Abstenerse: si por tragedia entiendes cosas sin forma como la serie “El Barco”.
- Recomendable: pal pibito y la pibita, la señora, la abuela, el joven, el señor y el canalla. Para todos.
- Puntuación: 7,75.