Leyendo El Imperio
Hitita, de Ángel Montenegro, he descubierto las cartas de la Reina de
Egipto. No son exactamente cartas de amor. Los hititas sobre patinete, para situarse un poco: fueron uno de los
mayores imperios de la antigüedad, mucho antes de los Monty Python y
Jesucristo. Asentados en el altiplano de Anatolia, llegaron a conquistar parte
de la actual Siria, zonas de Mesopotamia y otras regiones. Como ellos decían,
consiguieron que su imperio fuera de mar a mar, del Mediterráneo al Mar Negro.
31 ene 2013
26 ene 2013
Relato Corto La botella mágica
Un relato o cuento corto basado en estos días grises. Un sorbo de la botella mágica fue suficiente. Una gota que colma el vaso. En esta botella no hay diablos, como en las de Stevenson. Ahí va el microcuento.
La Botella Mágica
Hacía horas que no se movía, clavado en la única silla del comedor,
desde que Silvia había dado el portazo. El último portazo. Con la llegada de la
noche consiguió moverse y arrastrarse por el piso, casi vacío, hasta la cocina
para beber un poco de agua. Mañana sería el día. Llegarían los del juzgado y lo
echarían a la puta calle. Recordó la botella que le regalaron. La encontró
debajo de la pica, ilustre entre los productos de limpieza.
Un sorbo fue suficiente. El sabor a barrica vieja del ron que hacía
siglos que no probaba lo catapultó, en la oscuridad, hacia aquel lejano pico,
pelado como la cabeza de un buitre, que los tres amigos habían coronado hacía
más de veinte años. De improviso, alguien había sacado una petaca. Brindaron
acompañados por la ventisca. «¡Por no
rendirse jamás!», habían gritado. ¿Qué sería de Juan y Eduardo? ¿Cuánto
tiempo hacía que no los veía? Otro sorbo. Levantó la cabeza. Bien podría abrir
aquella imprenta que hacía tanto que soñaba. Y también podría currar el fin de
semana para ganar algo más de la pasta que tanto necesitaba, volver al barrio,
que hacía miles de años que no pisaba, arreglar el piso de su hermana, si le
dejaba vivir con ella, hasta llamar a Juan y Eduardo para tomar unas cañas, y… Sintió
el deseo de bajar a la calle para cruzar la ciudad entera, ¡saltar por encima
de la noche! ¡Golpear el mundo, zarandearlo! De pronto, se dio cuenta de que le
faltaban horas.
Relato Corto La botella mágica
10 ene 2013
Poesía japonesa. Haikus para morirse.
Poemas japoneses a la muerte.
El libro de Poemas japoneses a la muerte, de Yoel Hoffmann es una de aquellas
brillantes rarezas que surgen en el mundo editorial. Invito a los no lectores
de poesía a leer los versos, son poemas cortos que se beben como un seco trago
de sake. Un recopilatorio de escritos por monjes zen y poetas de haiku
redactados antes de morir. Una muerte que no es siempre vista con resignación,
el humor hace presencia también antes de dejar este mundo. Fue un libro de
poesía de éxito, con varias reediciones. En el prólogo, Hoffmann advierte:
«Puede que la muerte, en efecto,
no sea nada, pero la consciencia de la muerte forma parte de la vida en casi
todas las culturas. Quizá en ningún lugar sea esto más cierto que en Japón,
donde la cercanía del fin ha dado origen a una tradición secular que consiste
en escribir un “poema a la muerte”, que muchas veces resultan un último adiós.
El poeta Toshimoto dejó escrito:
El dicho viene
de muy antiguo:
“La muerte no
existe; la vida no existe”.Es verdad: cielo sin nubes
Río de aguas limpias.
Poesía japonesa. Haikus para morirse.
3 ene 2013
Tino Casal y su Eloise
Tino Casal fue un personaje y
cantante sobresaliente que emergió de entre las espumas revueltas de la movida
madrileña y, al igual que uno de los mejores exponentes de la movida, Eduardo
Benavente (Parálisis Permante) también murió antes de tiempo en un accidente de
tráfico.
Un pena. Nunca alguien tan opuesto a lo que me gusta me gustó tanto.
Tino Casal y su Eloise
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