Este es Sir Crocodile. Alguien a quien voy dibujando. Largo pelo negro petróleo, engominado hacia atrás como un Mario Conde
cualquiera. Surgido de un oscuro pentagrama llamado Baroque Works. Voz cavernosa y risa estertórea. Pequeños
ojos crueles y lánguidos. Crocodile
fue uno de los siete Shichibukai,
piratas con patente de corso (“cursus”, en la antigua Roma), a las órdenes del
gobierno en el mundo One Piece. Una
cicatriz surca el ecuador de su rostro, una marca que retrotrae a viejas desgracias.
Si te toca te convierte en arena o sardina ahumada y, sobre todo, disecada. Usa
en la siniestra un gigantesco garfio de pirata de ley. Egoísta, manipulador,
falso, fuerte y muy mentiroso. Viste elegantes trajes negros y largos abrigos
como los que usaron los poetas románticos. Puros fuma con sumo placer, sabedor
que la vida es poco más que nada. ¡Ah! Su sonrisa burlona, su actitud en
apariencia despreocupada. Será esa la razón por la que Crocodile es el que más
me hace reír en el manga de One Piece.
Vaya sonrisa de cocodrilo que tiene el angelito.
ResponderEliminar¡Maldito Crocodile! Cómo me gusta este personaje y cómo me gustó dibujarlo. Saludos.
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