Poderoso Duque de Alba |
Tonterías aparte, sirvió a las órdenes del Duque de Alba, nada menos que mariscal de campo y gobernador de esa lluviosa provincia rebelde del Imperio de los Austria.
El duque de Alba fue tildado de cruel y lo fue, los historiadores no se ponen de acuerdo con su altiva figura. En cualquier caso fue un importante general y un político sin visión estratégica. La terrible represión de los rebeldes de los Países Bajos marca su carrera. En Holanda los niños aún lo recuerdan. Creó el Tribunal de los Tumultos o Tribunal de la Sangre. No, no es un cuento de fantasía. Es historia.
Así, cuando la situación en Flandes empeoró, fue substituido, tras un intervalo, por Juan de Austria, éste sí, un militar de estirpe, un magnífico estratego y hermano bastardo de Felipe II.
Atención a las falsificaciones y mentiras que hay en Internet a favor de los duques de Alba. ¿Quién lo habrá subido? No, la verdad no está siempre en Internet.
Sea como sea, en aquellos tiempos los duques de Alba eran poderosos y respetados. Eran pares del rey, lo que significa que ante la presencia real podían optar por no descubrir sus calvorotas, dejando el sombrero en su sitio natural, la testa. Si un día viene el rey a cenar a vuestro hogar, dejad vuestro gorrito rojo de navidad en la cabeza. Eso creará enrome conmoción, seguro.
La Bella y la ... |
Hubo un pintor que sordeaba que, incluso, pintó una señora duquesa de Alba desnuda. Carnal, vigorosa, sensual. Bella en su esplendor.
Pero pasaron las generaciones. El tiempo es un compañero de viaje poco recomendable. Y llegó la decadencia a la Casa de los Alba. Empezaron a salir mal. Cada vez peor, pero, ¿quién osa tocar a un Grande de España? Los aparceros, desde luego que no.
No me gusta dar consejos. Casi siempre pasa algo que los contradice. Pero hoy sí daré uno. Es menester tener aventuras, antes o después, pequeñas o grandes. Pero para ponerse a tener hijos, dice el Altísimo que es mejor optar por una desconocida o desconocido. Nada de hermanos, hermanas, primas y primos y otros monstruos familiares. Los resultados de los excesos de endogamia (tan propia del cine y los premios literarios) quedan reflejados en la simpática ilustración que acompaña estas amables palabras.
Oh, mi cirujano me odia. |
Monsieur, a los excesos de la endogamia se suman en estos tiempos los penosos excesos del bisturí, no le parece? Como bien pone usted en el pie de foto, tal parece que su cirujano odie a algunos personajes.
ResponderEliminarfeliz dia
Bisous
Si es que no todo lo bueno dura...
ResponderEliminarMe encanta como te tocan la fibra estas cosas jajaja
Ah, sí, la manía de las cuchillas. El problema es que las "cirujadas" se acaban pareciendo unas a las otras, como una horda robótica. ¡EeCsS!!
ResponderEliminarDecadentes son, sin duda. Buen artículo.
ResponderEliminarLa nobleza ya no es lo que era. Los duques de Alba siguen siendo Grandes de España, quizá los Grandes más grandes, pero ya se ve en lo que se quedan y no por su aspecto -repugnante, por cierto-, si no por sus historias vulgares y vergonzantes.
ResponderEliminarSaludos.
¿Que te van a traer los Reyes de Oriente?
Interesante historia nobiliaria que nos brindas. Recuerdo lo que me reí con la foto de mi primo y sus amigos en la nochevieja universitaria de Salamanca que se hicieron una foto acojonante con la duquesa borracha hasta las trancas jajaja.
ResponderEliminarSaludos
La realeza, y la nobleza y todas esas cosas, ya no pegan con estos tiempos. Reflejan otra epoca, en que las masas, o eran más ingenuas, o más estúpidas. Ahora siguen siendo estúpidas (en su mayoría, basta ver quienes nos gobiernan), pero por lo menos tienen más conciencia de sus derechos. En fin. Interesante ver en imágenes los excesos de la endogamia xD
ResponderEliminarSaludos!
Qué bueno, Igor. Algo había y leído y sé del poderoso duque de Alba, producto de su tiempo. No más. Por eso prefiero no entrar a calificarlo de cruel o no. También me parece magnífica la desnudez que tan bien retrató Goya. Y esperpéntica la actual duquesa y toda su prole.
ResponderEliminarEstupendo post.
Abrazos
Ni los nobles son lo que eran... Y me he dado cuenta que hubiera sido mejor hablar de Juan de Austria. En los USA, con un personaje así, te montan una super triología.
ResponderEliminarSaludos.
jajaja, qué buenas las fotos!!! Y la reflexión sobre la nobleza, también. Creo que si algo no ha cambiado es ese revolcarse en costumbres irracionales, tanto ahora como antes, el traje del emperador sigue siendo necesario. Es muy curioso el poder de la ceguera del que no quiere ver. En fin, ¡Viva la plebe!
ResponderEliminarUn abrazo
DESDE ESTA LEJANÍA, SIEMPRE ME LLAMÓ LA ATENCIÓN EL ROSTRO POCO AGRACIADO DE LA TAL "SEÑORA", TAMBIÉN PENSÉ EN UN ABUSO DE BISTURÍ, PERO LA ENDOGAMIA, CREO, TERMINÓ CON LA LUCIDEZ DE LAS GRANDES CASAS EUROPEAS.
ResponderEliminarMUY BUENA CRÓNICA, ME GUSTÓ ESTIMADO IGOR, DEJO MI SALUDO PARA TI
Curiosa la historia que cuentas y convengo contigo en que la endogamia no puede ser buena, solo hay que ver las casas reales de Europa. La mezcla, es lo mejor, un poquito de vodka y otro de tónica.
ResponderEliminarSaludos.
Hola,
ResponderEliminarO aún mejor, para hacer vida saludable y pausada: jugo de naranja natural ¡¡y mucho vodka!!
Saludos.
Y la duquesa de Alba murió hace unos días. Un final lógico, al fin.
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