Ayer noche, en un ataque de orden y concierto, vacié una estantería. Y entre las Sátiras Políticas de Swift y Nuestros Antepasados de Italo Calvino, encontré un libreta minúscula llena de versos, tonterías, garabatos y frases. Me parecieron pajarracos ajenos, dudé de si aquello era mío. ¿Quién era ese tío que dejó todo esto? La mayoría ya son material de reciclaje, he salvado las siguientes hojas:
“Soledad es girarse en medio del camino”
“Como una madre, como una amante,veía en mí lo que esperaba ver,nada más. Mi ser corría por otros senderos”.
“Raídos estandartes, lanzaspartidas. Zapatos.El destino rasgó tu rostro de sábana.Una casa de suelos arrancados,unos zapatos de suelas mordidas,tu media sonrisa sin respuesta”
“Las paredes de mi corazónde hojalata retumbanpor tu lluviosa emociónal ver mi cuerpo desnudo.Te mueves con devociónbajo la ducha, en claroscuro,mientras te ato con mis brazos”.
Ora et labora. Y esta pregunta, la perplejidad provocada por la libreta olvidada y su autor, pone sobre la mesa Ikea una pregunta, ¿quién soy? Lo que me ha llevado a una conclusión: on
A lo largo de la vida somos muchos yo. Los hay que más, los hay que menos. Es como si fuéramos una larga concatenación de “yos”, hilvanados con la aguja del tiempo. Como un largo dominó, en el que cada ficha es un “yo” distinto al anterior. No sé si quiero jugar con las últimas fichas. ¿De verdad que aún te gustan los discos de los Hombres-G? Ora et labora.
Mi Panzer-Gato Rommel. Foto casera. |
¿Ajenos? A mí me han sonado bien auténticos.
ResponderEliminarSalu2
Hi, Patricia. Me refería a que no me reconocí, por eso del olvido. Cosas de mi caparazón...
ResponderEliminarBesos.
No creas, hay gente que no cambia, se aferran al primer "yo". No es mi caso, que debo ir ya por la media docena.
ResponderEliminarSaludos!
Eso es una buena idea, escribir y guardar y recuperar después. Seguro que no has cambiado tanto, por ejemplo, antes como ahora,también escribías.
ResponderEliminarCon lo que me había costado montar este pseudosilogismo de "pa sucat amb oli".... Y vienes tú, y me derribas el tenderte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tengo cientas de esas libretas.Te diré que dos frases me han encantado, "soledad es girarse en medio del camino" "y el destino rasgó tu rostro de sábana" (esta me perturba).Yo he perdido la cuenta de cuantos he habitado y habito, creo que son demasiados para sumar.
ResponderEliminarA mí personalmente, tus yos que más me gustan son el yo poeta y el yo reflexión. Garabatos igorianos, muy bueno.
Un saludo
(a veces me sorprendo a mi misma cantando "has sido tú te crees que no te he visto has sido tú, chica cocodrilo...", una pena)
El "yo" es el mismo, las circunstancias le cambian (esto lo había dicho ya alguien).
ResponderEliminarCuando leo cosas que he escrito hace tiempo no puedo creer que yo sea el autor.
ResponderEliminarEl que las escribió, o sea yo, no tiene nada que ver ya conmigo.
Saludos.
Yo soy yo y mis circunstancias... Y es verdad.
ResponderEliminarLa película "Moon" plantea preguntas muy intresantes sobre la identidad.
Y relacionado con todo esto, quizás es que morinos, nacemos y nos vamos parcheando incesantemente, como un Frankestein con conciencia.
avillarin,
ResponderEliminarHabieno leído tus poemas (son una pasada y los recomiendo muy vivamente), te diré una cosa: ¡saca la escoba! Filtra esas libretas. Igual encuentras tesoros perdidos.
También esta el Ricardo Reis más épico, en referencia a los yos. De mayor quiero tener muchos heterónimos.
Un abrazo.
No solo tenenmos doble personalidad algunos. Tenemos cientos. ¿Somos falsos? No, somos todos nosotros.
ResponderEliminar"...tu media sonrisa sin respuesta”
Tu otro yo era un romántico. Preciosos versos escribía. Si hubiera estado yo en aquella época no te me escapabas jajaja :P
ResponderEliminarTu gato es adorable!!
Cuando era (más) pequeña, estaba enamorada hasta las trancas de los Hombres G. Luego empecé a pensar en esos "yos" de los que hablas, porque siempre creí que con un poco de imaginación podía ser cualquiera.
ResponderEliminarY luego la historia se ha ido complicando, ya sabes ;o)
Besos.
Muchos nos vemos reflejados en lo que hoy compartes. Voy a seguir tus pasos y desempolvar algo (llegó a ser tan cursi que decidí no volver a escribir del amor jajaja).
ResponderEliminarNo sé tú, compañero, pero yo tengo tantos yos que a veces me mareo por dejar de saber, a instantes sabrosos, quién coño soy. Ah bueno, sí, un camaleón.
Un abrazo.
PD: me quedo con "Una casa de suelos arrancados,
unos zapatos de suelas mordidas,
tu media sonrisa sin respuesta".
Versos, reflexiones... nada comparado con ese gato ¡¡¡Qué guapo es!!! y qué bigotes :-). Lo siento, para mí hoy te ha eclipsado.
ResponderEliminarAlguien decía que todo lo que escribimos ayer hoy es basura. Vamos che, ni te fijes. Ya lo cantó el gran Bunbury: yo sigo igual, sigo tal cual, quizás desmejorado.
ResponderEliminarYo una vez perdí el poema del caballo. Tengo no la letra sino la imagen de ese poema. Lo busqué como un loco, libro por libro, hoja por hoja de toda la biblioteca donde creí haberlo leído, y nunca lo encontré. ¿Será que el poema del caballo no existe? ¿no será que yo lo inventé? ¿No será que debería escribirlo? ¿No será que ya lo escribí y ahora temo volverlo a escribir por temor al plagio? Uno encuentra tantos escritos que ya no sabe ni lo que le pertenece. ¿De verdad crees que esos escritos son tuyos? Veo que dudás, y te felicito: vos nunca escribiste eso.
Un abrazo.
Tú ya sabes, Igor, que vamos en un tren en marcha, y el paisaje va cambiando, escribimos sobre lo que vamos viendo...Toda nuestra vida está plagada de olvidos, los sueños que tuvimos, los miedos, los amores...todo va a ese agujero negro donde permanecen mientras vivimos y es parte fundamental de nuestra forma de ser.
ResponderEliminarP.D. Ora et labora...me recuerda mi infancia con las monjas...momentos reprimidos que por suerte ya ni recuerdo.
Un beso.
Uuuffff, que entrada más cargadita de comentario “mío” me refiero, empezare diciendo: que me vas a contar sobre escritos antiguos, si tengo un baúl lleno de polvo y letras pedidas? Donde, al igual que te pasó a ti, no me reconozco, porque esos yos que fui, a veces no parecen ni la sombra de lo que creo ser ahora, pero, ¿no será que somos un cúmulo de yos? ¿No será que todos esos yos todavía están dentro de nosotros? Que aunque no me sigan gustando igual los hombres g, si los escucho recuerdo gratamente o quizás no tan grata, aquella manera de sentirme en aquellos días, quien sabe…
ResponderEliminarY para no alargarme te diré que dos frases que me han gustado de ese lavado de cara que le hiciste a tu yo antiguo son: “Soledad es girarse en medio del camino” verdad, si miras hacia atrás puedes encontrarte tan solo y perdido, que creas que nadie te acompaña en el camino, debemos mirar menos desde donde venimos ....
“Al ver mi cuerpo desnudo…mientras te ato con mis brazos…” magnifico, una ducha relajante y llena de sutil erotismo, vale la Irene siempre pensando en lo mismo, hazme caso omiso………
Creo que pasa más a menudo de lo que parece. A veces encuentras un folio garabateado y te parece mentira que eso lo hayas escrito tú. Incluso sientes vergüenza, pudor. A mí me pasa. Pero he de decirte que en lo que hay escrito por ahí arriba hay algo más que calidad: hay alma y vida.
ResponderEliminarMe gusta esto:
“Como una madre, como una amante,
veía en mí lo que esperaba ver,
nada más. Mi ser corría por otros senderos”.
A veces lo he sentido. Gracias por saber expresarlo y hacerlo también mío.
Un beso
Hola,
ResponderEliminarme alegra sumamente que os gusten estos garabatos. Y me tranquiliza leer que somos muchos con extrañas sensaciones y armarios y libretas.
Lucas, flotando en el huracán que has dejado más arriba. Genial.
Por cierto, el gato de la foto es un British Short Hair. Mi madre (nacida en Sheffield) quería que se llamara Montgomery. Le puse Rommel, uno de los más grandes creativos del siglo XX.
¡Saludos!
Pero claro que somos distintos a cada tramo del tiempo; lo noto en que algunas cosas que me agradaban antes ya no me agradan ahora, es más hasta las siento ridículas ¡menos hombres G! "Túúú estás dormida/ y yo que a veces siento que respiiiiras/ sueño/(tata-tatatata) con tu sonrisa...etc"
ResponderEliminarLos Yos pasados configuran el actual y éste, al refrendarse en si mismo, está alumbrando a los Yos futuros "hilvanados con la aguja del tiempo" que tú dices, y un destino, que yo agregaría.
ResponderEliminarHuellas de un tiempo y trozos de vida, fundidos en versos.
Un abrazo
Creo que cualquiera puede identificarse con esos sentimientos, Igor. A veces, nos sorprendemos de ser quienes fuimos, sabiendo que también nos sorprenderemos luego de estos que ahora somos. A mí me parece estupendo que seas poeta, y que aportes a tu narrativa ese tipo de visión.
ResponderEliminarUn abrazo
Tus heterónimos :) Siento algo parecido, cuando pienso en lo que pensaba, cuando intento rememorar lo que sentía...a veces no me reconozco. Pero supongo que es algo general. De todas formas en esos ersos me parece que hay algo verdadero y profundo, supongo que ahora la expresarías de otra forma, pero quizá si te puedas reconocer en ellos. Son buenos. Y si no, siempre te queda decir eso de "el poeta es un fingidor..." ;)
ResponderEliminarSaludos :)
ja,ja. ¡Qué gran verdad Explorador!
ResponderEliminarEl blogero es un fingidor,
fingue tan completamente
que hasta fingue que es un dolor
el post que en verdad siente.
De mayor quiero escribir como Pessoa.
Un abrazo.
Me ha encantado esta entrada... porque yo empece mi blog, recuperando palabras escritas en cualquier parte...
ResponderEliminarBss