Un relato corto sobre el trabajo
Galopaba Ronaldinho, elástico y explosivo, sobre la hierba de Mestalla de un domingo por la tarde. En un bar bochornoso de un distrito sin nombre, en una de esas callejuelas de cuyo nombre nadie está seguro, Pepe y yo nos asfixiábamos cerveza en mano. Hasta los viejos de camisas de franela desbotonadas habían dejado de moverse, quietos, fundidos sobre las mesas de anises y coñacs.
—Estoy agobiadísimo. No me adapto en el curro. Hay una tensión, un mal rollo que te cagas, y además con la gente no conecto. Nada.
Pepe me miraba mientras parloteaba como un acólito que encuentra un confesor que escucha. Cuando acabé, dio un sorbo y me dijo:
—El trabajo no es para hacer amigos. Es para ganar dinero.
Ronaldinho pisó el área contraria como los hunos pisaron las praderas de Europa, listos para matar. Una oscilación pareció remover los cuerpos sudados de los viejos, impulsándolos hacia algún lugar durante un instante.
Tiempo después nos volvimos a ver. Paseábamos por esa avenida que lleva del verano al otoño. Volvimos a hablar de trabajo. Antes de despedirnos, me advirtió:
—Y no lo olvides, Igor. Tiempo-dinero-tiempo-dinero —Pepe movía arriba y abajo las palmas de sus manos convertidas en extremos de una báscula—. Menos tiempo, menos dinero. Más tiempo, más dinero. Lo que no puede ser es lo de ahora.
William Turner, despojado y maduro, hacía cosas así... |
Esta entrada es genial. Y la introducción excelente, de las mejores que he leído. Sencilla, breve y exquisita.
ResponderEliminarÍgor, como bien etiquetas: un relato de lo más humano que te acerca un poquito más a los mortales que te leemos. Una tarde con Ígor. Se aprecia lo detallista que eres, amante de las sensaciones, no se te escapa ni una sola.
Ese primer párrafo puede encabezar mil y una entrada más, úsalo, podría leerlo en cada una de las siguientes y jamás cansarme de él. Me encanta.
Bravo también por William Turner.
Vaya, gracias, Aina. Una tarde con Igor que va a ver a Pepe, uno de mis oráculos. Yo pregunto y él contesta. Como aquella señora que hacía galletas en Matrix. La realidad es muy interesante, llena de matices y la idea era hablar un poco de eso y del curro.
ResponderEliminarUn día tengo que decir algo de Barça, se produce un extraño efecto: cuanto mejor juega más crítico me vuelvo, no con el equipo, con el entorno, que me parece asfixiante.
Gracias por comentar.
Monsieur, coincido en que la introducción es excelente. Una forma diferente de contar un domingo por la tarde, y una forma muy suya, como todo lo que escribe. No cabe duda de que su pluma tiene una gran personalidad.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Muy real entre fútbol, cervezas y curro...
ResponderEliminarMuy buena entrada, capta rápidamente al lector.
Un abrazo, Igor.
Y algo más...Yes, time is money...Don´t you ever make friends at work. Don´t follow my advice.
ResponderEliminarSee you!
Bueno, la vida a veces es así. Pero podría ser diferente. Yo me fiaría más de otros oráculos, aunque sean más oscuros y no les guste el futbol.
ResponderEliminarSalu2!
Me gusta. Sobre todo lo de la avenida que discurre entre estaciones.
ResponderEliminarSaludos!
"El Trabajo no es para hacer amigos. Es para ganar dinero". Que frase tan verdadera. A mi también me cuesta conectar con mis compañeros, incluso ellos se esfuerzan más que yo, pero no hay caso. Soy una puerta dificil de abrir.
ResponderEliminarSaludos!
No, no es para hacer amigos. y en estos tiempos tampoco para ganar dinero. Es para sobrevivir, más o menos
ResponderEliminarSobrevivir, esa es la cuestión. Uno que va aprendiendo a vivir de otra manera.
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