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By mi querida Irina Kutuzov |
Un poema de cumpleaños escrito para mi sobrina cuando cumplió los 18 años. Un poema de cumpleaños sin mayores pretensiones que no he incluido en ningún libro. Recuerdo a mi cuñada entrando en casa, media hora antes de la fiesta, diciendo, «Igor, ¿te has acordado del poema?». Lo había olvidado. Raudo, ametrallé el papel con frenesí. Vale, es muy discutible su valor poético, su absoluta falta de métrica y música. No es poesía, más bien prosa poética; pero hay una alegría del vivir en dicha poesía, y eso que lo que me interesaba compartir. Un poema de cumpleaños vital, al fin y al cabo.
Poema de Aniversario
Me levantó igual que ayer y antes de ayer.
Me miro en el espejo que me devuelve,
dormida y atónita el rostro de mis mañanas.
Me ducho. Me lavo. Me peino. Me pinto.
Pero, hoy, ¡caramba! Hago los dieciocho
y todavía no sé ver en qué ha cambiado
mi vida que se desliza entre noches y días
mal fotocopiados los unos sobre los otros.
Mientras tomo el café, observo la calle
esta mañana de los dieciocho,
y veo que allí, en el fondo, hay un valle
que se pierde al oeste, oscuro y hermoso,
y un cerro que corta el cielo que no había visto,
y qué ese marino, ¿qué hace allí?, ¿y ese pájaro azul?
Vuelvo a la cocina, a por un par de tostadas
y en la radio suena una canción desconocida.
Cruzo el comedor recordando todos aquellos
que ya no sé qué hacen ni dónde están
y de repente me doy cuenta que hay mil,
cuando haga los veintiocho, que no conozco
y que me preguntaré, en otro aniversario,
por dónde andarán. Me meto en la caverna
que es mi habitación evocando cien
islas que no he pisado, un mar bravo,
un desierto que canta mis anhelos
en una laguna en la que me miraré, como un espejo,
cuando cumpla mis cincuenta y ocho
y quizás me pregunte qué he hecho
o quizás no, quizás entonces seré muy rica,
cargada de tesoros de todo lo visto
y conocido mucho más allá y aquí,
que puede ser muy cerca y tan lejos.
Aunque, pensándolo bien, primero
debería bajar a la calle, tomar el bus,
cruzar una y otra vez esta ciudad gris,
volar sobre todas estas letras y tareas
adentrarme en la espesura, cortar aromas,
que antes ni siquiera soñaba, mirar, correr.
A mis dieciocho, abriendo ventanas.
Galopando las aguas del viento,
lanzándome con alegría al lago de la vida.
Igor Kutuzov.
Poema de cumpleaños
"Galopando las aguas del viento,
ResponderEliminarlanzándome con alegría al lago de la vida."
Esto a los dieciocho y como no a los treinta y ocho! ;)
Brillante poema prosaico...;)
Supongo que a tu sobrina le encantó, no?
Besos.
Pura gana de vivir, para leerlo en momentos bajos.
ResponderEliminarUn saludo.
Joder, que no es poesia...claro que lo es, y buena. Lo que pasa es que cuando se libera, suele ganar. Enhorabuena ;)
ResponderEliminarA mi me parece muy lindo, me encanta que en un poema se cuente una historia, y que las metaforas sean entendibles, porque era para ella, y no podía dejar paso a la imaginación, me gustó que la expliques lo que probablemente verá, o lo que puede que piense en tener... Es magnífico, y supongo que la encantaría.
ResponderEliminarUn besazo.
Hermosa edad, cuando las aguas del lago aún están crecidas, a la par que las ilusiones. Ojala que su lago no se seque nunca.
ResponderEliminarFeliz tarde, monsieur
Bisous
Tiene que hacer ilusión cumplis los 18 y que te regalen un poema como éste, en el que se le da a esa edd un protagonismo tan simbólico. Improvisado pero con ritmo, también a mí me ha gustado, a veces las cosas que se hacen con premura salen mejor que las meditadas.
ResponderEliminarRechulo. A los 35 yo sigo abriendo ventanas. A los 75 espero seguir haciéndolo
ResponderEliminarGracias
Claro que es poesía y bien buena.
ResponderEliminarQuién dice que no hay métrica, lo que pasa es que la estructura la has inventado tú...
Un abrazo
Hombre, no sé si fue el vino, pero al leerlo en la fiesta, fue bien recibido. A mi sobrina le encantó.
ResponderEliminarMe alegra mucho que también lo sea aquí. A veces un texto muy entendible es lo que me apetece.
Un abrazo.
Trasmite lo que querías sin ninguna duda, pero espero que tu sobrina no lea que no te acordaste de escribirle el poema jejejeje
ResponderEliminarGris, y no de raza,
...
Ja, ja, ja. ¡No había caído! Qué burro, no lo había pensado. Bueno, encriptaré la entrada, por algo trabajé en la T.I.A con Mortadelo.
EliminarUn abrazo.
Uaaaaaa, menudo regalazo.
ResponderEliminarMe has emocionado, Igor. Tengo el corazón en la garganta...
Tienes sensibilidad para todo, hasta para lo que ya pasaste y lo que nunca estuvo a tu alcance y entereza para lanzar un pájaro al aire y querer recogerlo al mismo tiempo entre las manos, para que no vuele demasiado lejos ni vea demasiado mundo como para querer huir.
ResponderEliminarHay momentos en que la vida, realmente parece una fotocopia de un día sobre otro como bien dices. Nombres que se olvidan, personas que se quedan atras. Sueños que nos esperan más adelante.
ResponderEliminarUn hermoso poema.
Nos cambia esta experiencia que llamamos vida. La edad... Es siempre relativa.
Un abrazo.
Si señor, eso es a lo que yo llamo un poeta a bocajarro y con tino a la primera, wow wow, maravillosas esas líneas regaladas para una afortunada sobrina, seguro que sabrá valorarlas, porque contienen mucha enseñanza, mucha esperanza y vista hacía un futuro queriendo ser mas felices, quizás con las cosas mas pequeñas, que de eso se trata, o mirando un presente del que siempre hay que disfrutar, para atesorar recuerdos de los buenos. Maravilloso poema, o relato versificado, o prosa póetica, o poesía narrativa, o pedacito de talento, llámalo como tú quieras, yo lo llamo perfecto.
ResponderEliminarUn súper beso Igor :D
Quiero pensar que tu sobrino quedó fascinada con el poema!
ResponderEliminar"A mis dieciocho, abriendo ventanas" a mis 20 también =D
un beso!
Se me fue la "o" en donde debería ir una "a" pff una disculpa!! Creo que las 3:44am son para dormir y no comentar jajaja =)
ResponderEliminarMuy bueno, poema o como lo llames, me alegro que haya gustado alli, aca tambien. Un abrazo
ResponderEliminarBenditos dieciocho!!
ResponderEliminarArriba el bote de la infancia en el malecón de la mayoría de edad y el tío Igor lo ve acercarse con alegría e inteligente pluma. Ella, recordará los 18 porque siempre lo son, pero además por un poema que nunca estará de aniversario: fijo en sus 18.
ResponderEliminarUn abrazo
Que bonito, Demian. Fijo en sus 18, lo que daría pie a más versos. El malecón de los 18... Mejor no caer en la melancolía y pensar en ventanas abiertas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo creo que has inaugurado un nuevo estilo: el de lo cotidiano jeje. ¿Por qué no hacer poesía de las cosas más mundanas? Venga, que lo intento:
ResponderEliminarAcabo de cepillarme los dientes,
¡cuánta carne atrapada, qué poca higiene!
Prefiero mirarme en el espejo y pensar
"ése, ése eres tú" y así dejo los días pasar
entre zurullo y zurullo en el retrete.
:)
Ja,ja, ja. Y ayer noche leí un fragmento de Trópico de Cáncer sobre este cálido tema.
ResponderEliminarY hablando de la poesía de lo cotidiana. "Lo malo de la poesía", de Billy Collins que dejaría algunas perlas.
Un abrazo.
...no sabía yo de esta faceta tuya. Así que poeta...
ResponderEliminartu sobrina estará contenta con este poema escrito a la luz de la farola.
De pronto se da cuenta de cosas nuevas, como esa montaña. Uno no cumple años gratuitamente. Hay un peaje nuevo de pensamientos, juicios,perspectivas que el egoísmoo de un niño quizá nuble, y la incipiente madurez del dieciochoañera ya perciba.
ResponderEliminarFelicidades