En el medievo catalán un veguer
era poco más que un señor del castillo. Algunos no debieron ser más ricos que
un mercader o un payés acomodado. Un castellano,
pues, encuadrado en la baja nobleza. En la saga de fantasía de Antigua Vamurta un veguer es un gran
señor, del que dependen otros pequeños nobles en una estructura clientelar de
mutuas dependencias. La fantasía tiene la virtud de doblar el hierro, en este
caso de la mismísima historia.
Así, en el condado de Vamurta,
cuya cúspide es Ermesenda, madre de Serlan de Enroc, un veguer es algo así como
un gobernador. Un gobernador de marca. Las Marcas, ese invento de Carlomagno
para crear pequeños estados tapón que procuraran una seguridad al viejo imperio
carolingio ante las posibles invasiones de nómadas, bárbaros y otros gigantes
malvados.
El veguer de la Marca Sur es uno
de los personajes más sólidos y recios del primer libro de Vamurta, que
contrasta con otros por su entereza con la que encara el destino. Se erige, sin
pretenderlo de una forma determinada, en el último bastión ante la oceánica
ofensiva del pueblo murriano. Lo considero, de este modo, un personaje literario de corte
clásico.
«El veguer de la Marca Sur, rodeado de su guardia y alguno de los pequeños nobles que habían sobrevivido a los primeros meses de guerra, escrutaba el estado del cielo, a la derecha de las falanges, donde había sido asignado. Con una línea de edificios detrás, la alta muralla de Vamurta enfrente y una estrecha calle para escapar a su izquierda, los hombres del veguer estaban demasiado apelotonados. Perdido en sus amargos pensamientos, la arenga del capitán de la plaza le parecía cansina».
El veguer de la Marca Sur |
También es el protagonista del
relato más largo del universo Vamurta, Las
Gargantas del Diablo o Taonos,
como se prefiera. En este relato, el veguer de la Marca Sur es joven, lleno de
fuerza. No es el veterano que ha vivido todo tipo de campañas y situaciones,
que ha visto nacer a muchos y morir a demasiados. No es el hombre de la novela,
tenaz, experimentado, que empieza a intuir que su tiempo ha concluido y son
otros quienes deben tomar el relevo. Algo muy sano y poco frecuente en nuestros
días de plomo.
En las Gargantas del Diablo
—tenéis el relato en fragmentos en la pestaña de Cuentos Fantásticos—, el
veguer se enfrenta a la locura del amor, a fuerzas ancestrales y también a sí
mismo, como ocurre a otros personajes de la Antigua Vamurta y como nos ocurre a
casi todos, más tarde o más temprano.
Todo un sistema feudal creado para constituir uno de los elementos del armazón de su saga. Hasta el último detalle está cuidado.
ResponderEliminarFeliz tarde, por fin de nuevo
Bisous
Pues menos mal que lo has explicado, jamás oí eso de veguer, pero nunca viene mal saber cosas nuevas.
ResponderEliminarUn besazo.
Contagìas el entusiamo con este personaje! Gracias! :) beso
ResponderEliminarInteresante post, no conocia la expresion veger.
ResponderEliminarUn abrazo
Ahí está el veguer. En las próximas semanas pretendo presentar algún personaje más, razas y ciudades, antes de empezar a avanzar lo que será el segundo y último libro.
ResponderEliminarSaludos.
És interessant veure com formes un personatge fantàstic, rescatant-lo d'un context històric (en aquest cas el veguer medieval) per a introduir-lo en un món imaginari on serà completament humanitzat.
ResponderEliminarComo creador debe ser un gustazo echar mano de la historia y utilizarla conforme uno quiera. Grandes acontecimientos, títulos nobiliarios, armas, estrategia, geopolítica... todo eso y mucho más mezclado y alterando para construir magistralmente un mundo de fantasía alrededor de tu imaginación, de tu historia, que al final será la que nos creeremos, porque es en definitiva la que tú querrás que veamos.
ResponderEliminarSaludos, Lluís.
La fantasía puede doblar el hierro efectivamente. Así que antes de todo, gracias por volver a recordarlo. Debe ser fascinante crear un mundo, y poner a un hombre frente a una situación excepcional...y saber como reacciona. Seguro que muchas veces, incluso te sorprende aún. Así lo espero :)
ResponderEliminarUn abrazo :)
El episodio de las Gargantas del Diablo pinta bien, con un joven veguer de la Marca Sur pletórico y, por lo que leo, trasunto del hombre eterno. Un saludo.
ResponderEliminarAh, gracias por los comentarios. Estimulan los últimos estertores de este mundo de Vamurta que ya finiquita en el segundo libro. Me quedan diez páginas para acabar. Superado el pánico.
ResponderEliminarLuego vienen los puertos de primera categoría ciclista. Las correcciones y retoques en varios cepillados.
Un abrazo.
¡Diez páginas!
ResponderEliminarEn Vamurta, este veguer es un personaje que te conmueve. Él encarna muy bien todo el drama del destino de Vamurta. Por cierto, que me pareció un acierto el uso de vocablos históricos.
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