Hay, más allá de las ciudades libres del norte, un burgo
erigido sobre un istmo que mira a los grandes lagos. Una urbe gobernada por
tres señores de tres razas distintas. La llaman la Ciudad de los Lagos, un
burgo sin historia ni grandes blasones, una conglomeración de almas construida
al azar por el floreciente comercio de las pieles de sircad, esos pequeños
dragones de piel roja que se escabullen en las aguas septentrionales de los
lagos en una región en la que ningún ser ha conseguido establecerse. Ni los
perseguidos, ni los demonizados, se atreven a acercarse a las aguas sagradas,
pues allí, otras fuerzas mandan entre los pequeños islotes que como restos
flotantes de otra era se encuentran diseminados por toda la región lacustre.
Una ciudad sin ley, caótica. Una ciudad de aventureros, de
mercaderes avaros, de familias que se establecen tras huir de deudas o
castigos, de prostitutas de distintas razas. Calles que huelen a orines, aire
que apesta a pieles curtidas, tabernas tumultuosas y un sueño común:
enriquecerse tanto como se pueda. Una ciudad sin épica, sin historia, una
ciudad viva.
Los lagos de Vamurta - By Cristina Viñas, ilustradora de la portada de Vamurta (I y II) - La Saga Completa. |
"La mañana nacía pesada, la ciudad se
desperezaba sometida por bancos de niebla baja que se adherían a las fachadas
grises de las casas. Un ambiente húmedo y frío, por el que los habitantes de la
ciudad se movían pisando calles de arenas empapadas y medio cubiertas de nieve,
que se acumulaba con lentitud sobre los despojos y excrementos lanzados durante
la noche.
Bajo las capas y abrigos, bajo sus gorros y
capuchas, se veían los rostros enérgicos de los viajantes, las caras rojas y
despiertas de los pescadores saliendo de tomar el desayuno, veían pasar
vesclanos que se cruzaban con hombres rojos, murrianos asomados a las ventanas
de las casas de mercaderes, sufones atravesando la calle cargados con grandes
cestos y paquetes, hombres y mujeres esperando su turno en las paradas del
mercado levantadas sobre el barro helado.
Aquella ciudad apestaba a pescado, a orín, a
humedad, olía a oportunidades, a piel curtida, a perfume de jazmín, a pesar de
las ráfagas de viento glacial que barrían sus calles. Todas las razas de las
Colonias juntas, revueltas, en movimiento, llenando la mañana de voces
distintas que a su vez se encontraban y se entendían para cerrar negocios.
(…)
Cuando salieron afuera, los rayos del sol
intentaban sacar la cabeza entre bancos de nubes bajas que manchaba con
tonalidades plateadas las aguas del lago. Aguas de un gris brillante, azules
también, rayadas por vetas de un verde oscuro que se extendían hasta donde
llegaba la vista.
Por doquier se veían pequeñas islas y otras
de mayor tamaño más lejos, en las que crecía una vegetación exuberante que
luchaba contra los zarpazos del invierno. Grandes chopos y robles de hoja
pequeña y reluciente, levantados hacia el cielo sobre una espesa alfombra de
hierbas secas y nieve.
Casi tocando el agua, crecían una especie de
árboles bajos, que el conde no había visto antes, los árboles del lago, que
desplomaban sobre la superficie del lago un puntiagudo entramado de ramas y
hojas rojizas, creando auténticos anillos de vegetación encarnada en las islas
más pequeñas."
Muy prometedor, monsieur. Me gusta ese ambiente en el que nos hace llegar incluso los olores, y además veo que la obra está en manos de una gran ilustradora. Esa imagen es difícilmente superable.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Gracias Madame. La semana pasada cerramos la portada del libro. Espero que le guste. La ha diseñado y ha hecho un gran trabajo artístico con la ilustración, dándole un toque de literatura fantástica total.
ResponderEliminarEstoy muy contento con esta ilustración y con la portada más.
Saludos.
Expectante estoy por leerte y disfrutar de todo lo que tu nuevo libro nos regalará, incluida la portada.
ResponderEliminarUn abrazo, y no, no hay temporales de nieve en estas tierras, aunque sí frío, mi querido amigo.
Es que veo las imágenes por la tele y asustan. Me alegro de que no te haya tocado.
EliminarUn abrazo.
A 16 km. del Mediterráneo en la Ribera del Xúquer es imposible que haga ese tiempo, aunque donde trabajo es posible, pero ahora estoy en casa, malito.
EliminarGracias preocuparte.
La Ciudad de los Lagos me pareció uno de los escenarios más atrayentes de Vamurta, con esa disputa de poder entre los tres bandos distintos y el tráfico de pieles de sircad, por no mencionar los secretos que se esconden entre sus islotes... Confío en volver a visitarlo pronto.
ResponderEliminarMe alegra que os acordéis de la Ciudad de los Lagos. Un lugar de frontera, de encuentros. En el segundo libro de Vamurta aparecen otras ciudades. No os defraudarán, y si nada se tuerce, publicaré toda esta saga de fantasía en unos días. Espero que dentro de este mes.
ResponderEliminar¡Saludos!
Las aguas tienen algo mágico, y si están tan bien dibujadas y escritas, es como volver a esos libros que son ya nuestro refugio. Espero que escribiéndolo te hayas sentido tan bien como yo al leerte..
ResponderEliminarCarambra, Explorador. Sí que me he sentido bien. Es extraño. Es una sensación ambivalente, entre sentirse bien y ser consciente del esfuerzo invertido. Pero ahora ya es demasiado tarde, así que no miraré atrás.
EliminarUn abrazo.
¡Marzo varrmurtero! Lo esperamos con ansia viva.
ResponderEliminarDeliciosa la ilustración, desde luego. Si es de la misma autora de las portadas de los libros, no me extraña que me guste. Tu libro tiene un activo visible muy importante, que es precisamente una portada llamativa y muy personal. Yo no soy amigo de los marcos, pero aún así, están estupenda.
ResponderEliminarÁnimo. Con amor y empeño se alcanza todo.
Pues de aquí nada saco la portada de toda esta saga de fantasía. Una portada distinta. Y no te creas, Mauro, hasta estoy nervioso. A mí me gusta, pero esto va a colores. La portada del primer libro, sí, está lograda.
EliminarSaludos.
Que si, que si, que la ciudad huele peor el barrio gótico en fin de semana y está llena de tipos más curtidos que la chupa de un macarra. ¿Y el resto del libro qué? Mira que como se retrase...
ResponderEliminarEl tipo de la ilustración me gusta más sin bigote. El lago, perfecto.
Sí, me he cargado el segundo dibujo. No sé porque pero también a mí me gusta más el dibujo sin bigotes, y no menciono a la familia Gürtel.
ResponderEliminar¡No sufras! Dar fechas es peligroso porque entonces cometes errores. Este mes seguro que entra, igual en una semana ya lo tengo colgado en Amazon. ¡O eso espero!
Aprecio tus comentarios, que ayudan a mejorar este cíber rincón.
Alguien dijo que el esfuerzo sin resultados crea melancolía. No va a ser tu caso, que sentirás una satisfacción enorme cuando ya esté a la mano de los lectores. Será pronto, dices; así que temprano será también el gozo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Demián,
EliminarTe debo una cerveza. Llevo días dándole vueltas a tu comentario. Esta frase: "el esfuerzo sin resultados crea melancolía" a la que añado "la melancolía no crea nada", me ha explicado muchas sensaciones que he padecido y padeceré, como tantos, a lo largo del vivir.
Sí, entenderlo ayuda, y mucho. Entenderlo es empezar a superarlo.
Un abrazo.
Pero que bien escribes, siempre me quedo sin palabras ;) Un besazo.
ResponderEliminarEStamos deseando tener el segundo libro, Igor. Seguro que será un disfrute, quizá comparable al que has sentido escribiéndolo.
ResponderEliminarBs y ánimos
Muy buen fragmento, Igor. ¿Así que pronto se viene el segundo libro? Mis más sinceras felicitaciones por eso,
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Ahhh, falta muy poco para publicar toda la saga de fantasía de Vamurta. Bueno, lo de "saga" es para no crear confusiones. Podría haber dicho "relato completo", pero eso daba pie a falsos entendidos.
ResponderEliminarGracias Javier. Estoy en los últimos detalles.
Saludos.
me has echo curioso, acepto el desafio :) !
ResponderEliminarAquí, en esta ciudad, se cuela en Vamurta I una especie de subnovela dentro de la novela. Un relato de aventuras fantásticas en la que descubrimos nuevos rasgos de su protagonista.
ResponderEliminarPara mí lo que hace única a esta ciudad, por encima, incluso, del ambiente complejo, del cosmopolita vecindario, de sus difíciles equilibrios, es que la urbe es el último borde de un mundo racional, positivo. Allí, al lado, sin más que alejarse bogando de su puerto, sobre esas misteriosas aguas, penetras en un universo de potencias tan antiguas como inaccesibles al minúsculo ser vivo, sea este de cualquier raza. Es como una puerta a un abismo primordial. Y la sensación que me crea es de vértigo.
off white clothing
ResponderEliminarsupreme clothing
jordan 13
jordans
supreme clothing
supreme
kobe shoes
nike off white
kd 12 shoes
steph curry shoes
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar