Hola, muy buenos días o buenas tardes. El motivo de mi escrito es
pedir dinero para un viaje en avión de Barcelona a Madrid. Desearía visitar el
Reina Sofía, en concreto esta exposición de fotografía sobre la clase obrera
británica —perdón, inglesa— durante los años 80 del fotógrafo Chris Killip. En
este mundo en que casi todos se esfuerzan en aparentar, incluso a sí mismos, que
sus vidas son mucho mejores de lo que en realidad son, estas fotos son un
tesoro. Al verlas, algo se removió dentro de mí. Realismo e incluso poesía.
¿Es posible tal combinación? Miren las fotos que adjunto. Ah, del dinero que
pido. Y piensen que peor es robar. Bien, estaría dispuesto a aceptar un crowdfunding, incluso, si
sobrara dinero, escribiría algún artículo sobre tal exposición además de tomarme
unos churros por Madrid. Aviso: sólo viajo en primera clase, así que
saldrá un poco caro (((¡¡¡ Por eso nunca sales de casa!!!!))) ¿Quién ha dicho
eso, eh, quién? ((( Soy la voz de tu conciencia))) ¿La voz de qué…? ¡Si nunca me has servido de nada! ¿Y para que usar el anglicismo crowdfunding si
se puede usar la bella y mediterránea mecenazgo?
Háganlo en honor a Lázaro Carreter, que me hace reír con su libro sobre la
lengua llamado El Dardo en la Palabra.
En fin. Me chifla la fotografía, especialmente aquella que está lejos
de las manipulaciones y artificios del estudio. Quizá porque mi madre es
inglesa del norte, tan verde y ya sin industrias, sentí un especial afecto por
estas imágenes.
En la web del Reina Sofía dicen esto de Chris Killip:
Figura fundamental
de la fotografía de posguerra, desde su debut en los años setenta, Chris Killip
abre una nueva vía en la fotografía documental: el retrato de las clases
obreras, en pleno proceso de desmantelamiento de la industria que las había
creado y mantenido desde principios del siglo XIX.
El propósito no es
mostrar la experiencia histórica, sino la vida real en el Norte de Inglaterra
entre 1968 y 2004. La fotografía de Chris Killip se inspira en fotógrafos de
los años treinta como son Paul Strand, Walker Evans, Bill Brandt, y August
Sander, a la vez que recoge influencias de autores que llevaron a cabo una
profunda renovación del género de la fotografía documental tras la Segunda
Guerra Mundial. Hasta finales de los años sesenta, trabajó como asistente de
fotógrafos publicitarios, siendo durante la década de los setenta cuando
desarrollaría su trayectoria de fotógrafo independiente, pasando largas
temporadas en distintas poblaciones del Nordeste de Inglaterra.
Bueno, "feo es de pedí, pero peor es de robá". Lo de viajar en primera es esencial, así impacta más. Todo por amor al Arte.
ResponderEliminarSí, viajar en primera clase es esencial, como señalas. Viajar junto a Mas, Rajoy, David Bisbal y Gerard Piqué. Todos personas de primera.
ResponderEliminarLas fotos de este Killip. Me quedé mudo.
Los primeros cinco euros los míos, pero exijo placa conmemorativa o como mínimo una menciòn destacada en tu posterior artículo, jaja
ResponderEliminarSaludos Igor, soy Zavala
Bueno, va, hablemos en serio. Este es mi proyecto de mecenazgo: escribir una novela histórica sobre la rebelión de los comuneros. Claro, para ello debo documentarme y viajar por Castillla para ver lugares como el de la batalla de Villalar y visitar tumbas como las de Juan de Padilla y Juan Bravo. Esto requiere años. Y yo viajo en primera clase y me hospedo en Paradores Nacionales, nada de pensiones cutres.
ResponderEliminarAsí, haciendo números rápidos, necesito 509.655 euros. Bueno, Zavala aporta cinco euros, así que la cosa queda en 509.650 euritos. ¡Anímense! La novela de la rebelión de los castellanos promete ser trepidante !!!! ¡Abajo el Emperador!
Yo puedo decirte que iré a ver la exposición, que está a 15 minutos en autobús de mi casa, y después tomaré unas cañas por Huertas, bien cerquita del museo. Y que si asomas por aquí, las tuyas están pagadas. Pa tu billete de avión no me llega. ¿Has roto ya la hucha del cerdito?
ResponderEliminar¡Ah! Pago en especies. También se acepta, por supuesto.
EliminarLuisa, qué bien. Bajar en autobús. Sólo hay una opción mejor que esa: bajar a pie, paseando por los octubres madrileños.
He roto la hucha del cerdito y me he encontrado un papelito que dice así: «No deje de pedalear». No sé qué significa.
Besos.
Qué fotografías. Y el b/n les da una gran fuerza dramática.
ResponderEliminarUn saludo.
Estupendas fotos. En la cuarta el pavo se acaba de enterar que Inglaterra ha ganado el festival de Eurovisión de ese año y sus amigos le están poniéndo la canción en el radiocasette del auto:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=pACePi441ds
Suerte
Estupendas fotos. Lo peor de todo es que recuerdo esta canción, de hecho la estoy escuchando en este mismo momento. Buenísmas imágenes. Ahí está la vida, la de verdad.
ResponderEliminarUn abrazo, Eduardo.
Ya de pedir, hacerlo con estilo: en primera. Sería una vulgaridad racanear con el dinero de los demás. Por mi parte, más que de mecenas del asunto, me pido ser tesorero.
ResponderEliminarLas fotos excelentes. Un retrato de algo que ya no existe probablemente. Parece mentira, la revolución industrial en Inglaterra: un asunto del pasado. No hay tregua. Cuando alcanzamos un estado de bienestar, nos lo dejan obsoleto.
Una maravilla, ¿verdad? Las fotos de Mr. Chris Killip parecen congelar el alma de estas gentes que a saber por donde paran y cuáles siguen vivos. No, no hay tregua. En esta última revolución Europa aguanta por la enorme inercia y el diferencial tecnológica (el que no abunda por estos páramos peninsulares).
ResponderEliminar¿Tesoreo? Tú sí que eres un tipo con visión de futuro.
Un abrazo.