Rainer Maria Rilke, quizá el
poeta en lengua germana más conocido, lo sabía. Sabía que todo tiende a
desvanecerse, aunque esta no sea una visión demasiado vitalista de la vida.
Volver a leerlo es un goce. El poema Retrato
de juventud de mi padre de Nuevos
Poemas (1907), basado en una imagen del progenitor en daguerrotipo, nos
dice esto, en su final:
Y todo lo otro cubierto por sí mismoy extinguido como si no lo comprendiéramos,y hondamente borroso, desde su propio hondura.Tú, daguerrotipo de rápido desvanecerseen mis manos, que se desvanecen más lentamente.
Lo peor de que todo se desvanezca es tener conocimiento de ello. ¡Bendita ignorancia! Hay cosas que preferiría no saber.
ResponderEliminarHay que recordarlo... Al fin y al cabo, eso da perspectiva. Esos "problemones" empiezan a dejar de serlo. La poesía también es conocimiento, una manera de comprender. O eso pienso yo.
ResponderEliminarNo sabría decir si un algo se desvanece antes que otro. Todo se sublima a toda velocidad y parece como si cualquier esfuerzo en retrasarlo no importase. Somos tan efímeros.
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