Lo cierto es que el conflicto de
Ucrania, desde el primer momento, amenaza a toda Europa. El reciente derribo
del avión de pasajeros MH17 por parte de los prorrusos o de las fuerzas
ucranianas hace evidente que esta guerra civil no es un asunto local. De hecho,
es un conflicto armado impulsado por EE.UU y la UE, por un lado, y por Rusia,
por otro. Más allá de la desgracia de las víctimas inocentes de hoy y las de
mañana, me resulta insoportable la guerra de falsa información con la que nos
bombardean. Y es una campaña desinformativa que hace que me planteé hasta que
punto tenemos acceso a la libre información. Si en algo donde España no tiene
intereses creados nos dan este tipo de sopa, ¿qué ocurrirá en asuntos más
candentes, más cercanos?
Es imposible discernir algo
parecido a la verdad en esta guerra civil acallada por todos. Las cortinas y contra cortinas de humo son tan densas que
uno (¿ciudadano o usuario?) queda confundido y anestesiado. El colmo ha sido un
artículo en El País titulado “Pistolas
humeantes”. Un titular agresivo y propio de un western de serie B,
publicado en 18 de julio de 2014 en la edición online de El País y firmado por
José Ignacio Torreblanca. Es el colmo de lo chapucero, de la manipulación, de
un esfuerzo por convencer mediante pruebas cutres, imposibles de corroborar,
que se presentan como ciertas. Y es señalar a un culpable sin juicio. Sólo
falta gritar aquello de ¡a la horca!
¡colguemos al cuatrero! El diario El País es el vocero de los intereses
OTAN y de EE.UU en España desde hace ya muchos años. Nada que ver con un
periódico, aunque a este fenómeno hay que sumar, en global o en parte, al resto
de medios españoles. El diario El Mundo sigue la misma línea. En La Vanguardia,
justo al empezar la crisis, arramblaron a un brillante corresponsal, Rafael
Poch (dejo un link con sus artículos: Artículos Rafael Poch
), por ser considerado demasiado amable con Rusia. De hecho, Rafael Poch era de
los pocos que ofrecía otra vertiente, otra mirada sobre este drama que jamás
debió empezar, y fue el primero que sembró dudas sobre quién pagaba a los
francotiradores de la plaza Maidán.
Ante esta campaña colosal de
desinformación, al usuario X o ciudadano X, sólo le queda aplicar algo que no
le han robado todavía: el sentido común, y preguntarse por qué no se informa de
las víctimas civiles de este conflicto, y por qué en una zona en la que se han
derribado más de treinta aeronaves, en plena guerra, dejan circular aviones
comerciales. Es como enviar a un camión cisterna cargado de gasolina por una
carretera en cuyos márgenes ha estallado un incendio forestal. Hay que señalar
que los aviones estadounidenses y británicos dejaron de volar cerca del este de
Ucrania por considerarla, obviamente, zona de alto riesgo.
Bien. Me preocupa y mucho este
periodismo encuadrado en grupos de presión, que defienden, ni más ni menos, que
intereses corporativos y empresariales que muchas veces coinciden con la
bandera nacional de un bando. Dejo aquí extractos del artículo. No tienen
desperdicio. Cómo presentar meras conjeturas como pruebas irrefutables.
Tiemblo, es un artículo vergonzante, más allá de si el tiempo le da la razón, o
parte de la razón o ninguna razón. Atención a los comentarios a dicho artículo. Empezamos a no creernos nada, y eso también es muy preocupante. Adjunto, al final, un vídeo en el que se observa como recibe la población civil del este de Ucrania a las tropas ucranianas.
Pistolas
humeantes que incriminan a los rebeldes prorrusos del derribo del MH17
¿Qué nota ha
sacado Rusia en Ucrania? Un 0. O un 10. Depende de cómo se mire. Así lo veo
yo en EL PAÍS.
Y después, para
seguir hablando de un asunto relacionado, estas son algunas de las pruebas que
incriminan a los rebeldes prorrusos por el derribo del MH17, según Financial Times. (citar
al Financial Times como fuente cierta en este conflicto es como citar al
ejército israelí como fuente fiable en la actual ofensiva sobre Gaza).
Pistola humeante 3: residentes en Torez fotografían un lanzamisiles
BUK en la ciudad de Torez, controlada por los rebeldes y cercana al lugar del
derribo del MH17. (fotos sin referencias.
Pueden ser sacadas de archivo, pueden ser de otros países, las puedo haber
hecho yo. La foto, por la no coincidencia de sombras, por el fragmento
asomando, por la falta de nitidez, me recuerda lamentablemente a los supuestos
avistamientos de animales fantásticos y ovnis).
Pistola humeante 2: después del derribo del MH17, un ciudadano filma
un camión transportando un sistema lanzamisiles BUK a toda velocidad en
dirección a Rusia. Las fuentes de inteligencia dicen que los rebeldes prorrusos
pretenden esconder el BUK en Rusia. De esa manera pueden estar tranquilos de
que la misión de la OSCE no encontrará evidencia alguna. (otro vídeo sin contexto que no demuestra nada)
Pistola humeante 4: Rebeldes prorrusos alardean de
tener un sistema lanzamisiles BUK en una cuenta de Twitter. En principio,
dijeron que lo habían robado de una base del ejército ucraniano pero el
ejército lo desmintió. (¿Una cuenta de
Twitter es una fuente fiable? Yo también tengo cuenta en Twitter, hombre.)
humeante 6: que los rebeldes prorrusos tienen una increíblemente efectiva capacidad
anti-aérea es algo probado. Desde que comenzara la crisis han derribado nada
menos que 32 aparatos ucranianos, incluyendo helicópteros, aviones de
transporte y cazas de combate. Este tipo de acciones refleja la intensidad de
los vínculos entre ellos y Rusia, pues revela que Moscú es perfectamente
consciente de que sin un mínimo de capacidad anti-áerea los rebeldes no podrían
resistir el empuje de las fuerzas ucranianos. De hecho, una de las razones por
la que tanto Estados Unidos y la UE han aprobado la tercera ronda de sanciones
contra Rusia es por el apoyo militar encubierta que está concediendo a los
rebeldes. (y los ucranianos cuenta
con la financiación de EE.UU y de la UE. Es una maldita guerra, ¿qué esperaban?
¿se pueden atribuir las víctimas civiles de este conflicto a Bruselas o
Washington?).
Cuelgo este vídeo. Un vídeo realizado por algún ciudadano anónimo.
Pues esto tiene muy mala pinta. Y, parece, el conflicto tiene raíces no precisamente actuales. Quizá, ahora, debieran los políticos cuidar mucho sus pasos.
ResponderEliminarNo entiendo por qué se prescinde de periodistas, si lo que queremos es enterarnos de algo. En fin, no sé. Allá las empresas periodísticas. Lo que conseguirán es que no nos satisfaga su oferta y la ignoremos, con gran quebranto para ellas.
Cambiando de tema, me ha gustado eso de ciudadano o usuario. Hemos pasado de siervo, a ciudadano, y, ahora, a usuario. Un recorrido largo y tortuoso que significa que lo que debía ser tendencia a una sociedad más feliz, como en un evolucionismo automático siempre con la proa hacia un destino cada vez mejor, no lo es en absoluto. En la servidumbre vendíamos nuestra vida, como ciudadanos lo hicimos con nuestro trabajo, y, como usuarios, enajenamos nuestro juicio.
Es verdad, se olvida que el conflicto de Ucrania es viejo. Los tártaros y parte de los ucranianos lucharon al lado de Hitler, por ejemplo. Lo del periodismo español, quizá también el de fuera, se está convirtiendo en un arma de propaganda tan evidente que restará la única arma que tienen los periodistas, la credibilidad. Y parte de la culpa la tienen los mismo periodistas.
ResponderEliminarSiervo, ciudadano, usuario.... Y más tarde cliente. Cliente de la corporación a la que estaremos afiliados y de la que dependamos. Los estados se desmoronan, lo público se empequeñece.
Enajenamos nuestro juicio, es totalmente cierto. Aunque en parte, y ahí está el gran éxito de los de arriba, lo hacemos voluntariamente y con una sonrisa en la boca.
El periodismo en España es lo más parecido a una casa de putas; la empresa que te paga te dice lo que tienes que decir o escribir y eso en mi pueblo es un dictado. Las redes sociales también pueden ser contaminadas con desinformación, y de los periódicos digitales, si tachamos a los servidores del poder, nos pueden quedar dos o tres bastante independientes.
ResponderEliminarQuizá la única posibilidad de saber la verdad sea investigar a lo Wikileaks.