Llámenlo como quieran. Este es el mundo
al que vamos. Se puede escribir y describir de muchas maneras, pero este vídeo
cargado de humor negro lo describe muy bien. El otro día presencié una escena
rara: iba caminando por la calle. Pasé delante de un hotel. En la entrada, como
un gallinero, un grupo de turistas asiáticos esperaban apiñados, en recepción.
Todos sentados muy juntos y todos atentos a las lucecitas de sus smartphones.
Ni tan siquiera hablaban entre ellos, y eso que no hubiera hecho falta alzar la
voz. Extraño Mundo Android. Nuevas formas de comunicarse de soledad en
soledades.
Así es, el vídeo lo refleja bien y lo que presenciaste también, y seguro que se estaban comunicando, pero no entre ellos, demasiado cerca, mejor con otros que a su vez también miraban sus smartphones.
ResponderEliminarOiga, pues aparte la feroz crítica que encierra, el vídeo es genial, y divertido.
ResponderEliminarUn saludo.
Han ganado las pantallas.
ResponderEliminarDominarán la tierra de aquí unos años.
Es cierto que los artilugios de pantalla provocan una incomunicación entre personas que están próximas, pero esa gente que está atenta a su pantallita, generalmente está "comunicándose" con alguien. ¿Cuál forma es mejor, la física o la de ondas? Creo que habrá ejemplos para las dos. Yo prefiero la persona que entra en el ascensor atenta a su mòvil a la que tengo que escucharle el mal tiempo que está haciendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Es la mejor forma de comunicación! No duele, es limpia, no hay efectos colaterales, no conlleva implicaciones, carece de pasión y te llevas, de premio, la seguridad de no estar solo. ¡Ay!
ResponderEliminarPero qué es lo que uno comunica. Porque si se trata simplemente de mantener un canal abierto, parece más bien un salvavidas, el cable del buzo con la superficie.
ResponderEliminar