Amor a dos voces
Sobre el rellano de las lunas
hallarás todos los adioses
No era el amor cuando, al llevarme a
tus suburbios,
allí dejaste tus pasos en los
arenales.
no, no era el amor, era un traspasar
las formas
Tumbado sobre las piedras de un
hogar
ni miedo alguno te obligó a correr hacia los grandes bosques.
has deslizado tus tripas de agua
Quieto
en un rincón de la noche, en esta playa, todos vuelven.
sobre la vibración sin control de
una tierra angustiada
Si nada dices las palabras se borran y
tarde, muy tarde, bailan y bailan…
y todo es energía que te perfora
cuando te incorporas
¿Qué decías? ¿Los pájaros no
cantan? La gente pasa…
y eres tronco en brasa, la hoja que
se enlaza haciéndome
Espera, espera, no tengas prisa, que el barco se marcha.
jardín húmedo y cerrado. Se alza
el tronco, lo veo
Quédate esta noche, examina el reflejo de tu imagen.
inalcanzable, mirando majestuosa
es la negra noche herida
Y te has quedado en otro paralelo tumbado en el suelo
desconocido para ti, despierto y
dormido, desencadenado,
echado sobre un lecho de estrellas.
Ay, dios, qué hermoso. Y qué abandono he tenido. Y cómo me ha tratado la vida en estos días. Ay, amigo. Ay.
ResponderEliminarUn abrazo
Ay, que bien que te haya gustado este poema de amor. Para mí es de lo mejor que he escrito. Pero soy consciente que es de lectura cerrada y difícil. En ese momento no supe o no salió sencillo. Va como va.
ResponderEliminarUn abrazo.