Cuento Corto Las cucarachas y la memoria
Estoy en el maldito trabajo. Alguien ha gritado. Una cucaracha tamaño King Size está volteada en el suelo, desesperada. Las mujeres me han obligado a hacer de Sant Jordi, pero no he querido matarla. La he puesto en una caja Nesspresso (la importancia del reciclaje) y la he dejado en una papelera en la calle.
Estoy en el maldito trabajo. Alguien ha gritado. Una cucaracha tamaño King Size está volteada en el suelo, desesperada. Las mujeres me han obligado a hacer de Sant Jordi, pero no he querido matarla. La he puesto en una caja Nesspresso (la importancia del reciclaje) y la he dejado en una papelera en la calle.
Dos minutos más tarde la recepcionista ha salido a fumar. Otro grito. La cucaracha melancólica volvía a su hogar, cruzando el desierto de la calle, moviendo sus desproporcionadas antenas frente a la puerta.
Las cucarachas tienen memoria. Me diréis que es olfato. Yo dijo que no, que es memoria, como el contacto mágico de la magdalena y el té de En Busca del Tiempo perdido, de Proust. El olfato es memoria. El contacto. Entre el poema y quien lo lee, que lo despierta del mundo de los muertos. Entre mi talón y la pobre cucaracha que volvía a casa, guiada por su memoria y la añoranza.
Y al final de los tiempos, sobre la tierra sólo quedarán cucarachas y humanos. Y ellas tienen memoria.
A mí las cucarachas no me daban miedo hasta que alguien me dijo "si en veus una...és que n`hi ha a milers" y no pude imaginar un nido de miles de ellas, eso...con la inestimable ayuda de Indiana Jones, un cortometraje en el que salían de todos los agujeros de un hombre y ahora tú que nos dices que tienen memoria...me aterran.
ResponderEliminarMonsieur, ya me ha arruinado el día! Ay qué asco, por dios, y encima con mensaje apocalíptico final!
ResponderEliminarDebió matarla. Seguro que esa cucaracha cuya vida ha perdonado usted tan magnanimamente será la abuela de todas aquellas que nos armarán una rebelión y nos echarán de la tierra.
Mi solidaridad con todas las mujeres que trabajan ahí. Yo me iría directa al psicólogo. Lo siento, pero es superior a mí.
Feliz dia, monsieur
Bisous
¿Habrá desayunado tal que Proust esta cucaracha? ¿Recordará su juventud, los gamberros bárbaros del colegio, su primer amor? ¿Habrá fumado un cigarro cada noche, en su cubil, imaginando un mundo para ella, sin trabajo al que acudir, sin gente que grita al verla, sin cajas de Nespresso que la invitan al éxodo de la papelera? Morid de una vez, humanos, y dejadme vivir mi vida, anodina, monótona, despreciable, al fin y al cabo, pero mía.
ResponderEliminarYo no mato insectos, salvo si amenazan mi vida, me da por pensar que tienen memoria sí, y de alguna manera social y compartida, incrustada en un código genético abyecto propio de seres aberrantes lovecraftianos y que sí los mato, su venganza será terrible. Y las cucarachas son odiosas, sí, pero poderosas.
ResponderEliminarPero también creo ahora tras leer los comentarios, plenos de sentido común, que es peor dejarlas vivas y dejar que sigan tejiendo sus maléficos planes. Que lío. Sólo puedo ofrecerme como esclavo de esos animales cuasi indestructibles. Ay.
Un saludo :)
Lo que daría yo por verte en el curro enfrentándote a esas cucurachas proustianas :)
ResponderEliminarPronto una birra ¿no?
Cuando llegue el fin del mundo sólo habrá ratas y cucarachas.además soy una experta en matar cucarachas ,sobre todo si invaden mi espacio. Al igual que las ratas son portadoras de muchas enfermedades.
ResponderEliminarPierdo los comentarios repetidamente.....
ResponderEliminarMe estoy convirtiendo en una cucaracha, pero más bien kafkiana o blogeriana.... Que no borgesiana.
TRemendo post. Me va el proseo de lo pequeño, lo sabes. Y las cucarachas y un desayuno con magdalenas proustianas entra nde lleno en mis esquemas. Una combinación soublime, Igor.
ResponderEliminarY estoy contigo. matarlas? para qué? ellas mai ho farien. O sí?
ellas tienen memoria... ¿y nosotros no? Según para qué. La piel tiene memoria, y todos, antes o después, podemos dar fe de ello. Siempre hay un primer contacto con alguien cuyo tacto se recuerda siempre.
ResponderEliminarpor cierto... yo sí mato cucarachas. Las odio.
Sorry
Dos cosas, quizás dos tontadas varias filosóficas de las que me salen al desayunar muy pequeñas cantidades (nota mental: desayunar mas mañana) Siempre he dicho que en el mundo la primera guerra se lidio con palos y que la ultima también lo hará, tu texto me dice que será en un escenario lleno de expectantes cucarachas. Y la segunda cosa, olfato, hace años pase un día maravilloso (quizás solo fuesen horas) con una persona que durante ese tiempo me hizo pensar que todo en la vida valía la pena, todavía hoy cuando huelo el gel de ducha que usaba entonces, recuerdo su cara y momento con total nitidez, espero no perder nunca eso.
ResponderEliminarNada que no me hagas caso, que solo son cavilaciones de alguien que desayunó poco….
Besos Igor y si, Blogger esta dando por c… mas de la cuenta, estoy harta de no poder entrar en mi perfil, hay blogs en los que ni me deja comentar ¬¬
Nos vemos corazón
Pues bajad al vestuario de mi hospital y encontraréis de todos los tamaños, especies, colores... y supongo que sabores
ResponderEliminarAbrazos...
Ese vestuario, Dissortat, daría para un largo sobre médicos mutantes y cucarachas cirujanas.
ResponderEliminarLas imagino transmutadas, capaces de absorber hierro y otros metales, casi indestrucitbles.
Hay más historias en los comentarios (y muchas mejores) que en el propio escrito.
¿Hacemos un partido político? ¿Las cucarachas? ¿O un grupo de música?
jajajaja en mi curro también tenemos invasión cucaracheril, y ahora andamos llenos de trampas para cuquis -y ratones!- por los pasillos. Desde que están las trampas, no hay una cucaracha. O sea, que además de memoria, son listas, la condenadas, jajaja. Y eso no deja en muy buen lugar a quienes nos intentan desinsectar, jajaja.
ResponderEliminarJajaja me has hecho reír, compañero.
ResponderEliminarA estas alturas, ya pienso con cierto brío que hay cosas que se quieren y cosas que, aún no queridas, ocurren. No te imaginas el "embolao" en el que me vi inmerso hace dos días. Digno de contar en persona, te lo aseguro.
Pues esa cucaracha quizás solo volvía para decir "gracias por salvarme, Igor". Y la educación acabó con ella. En fin, ponte "La cucaracha" de tono de llamada en el móvil o para despertarte a modo de réquiem, que seguro que tienes resquemores.
Un abrazo.
Animals de costums. Ens uneixen més coses amb elles de les que ens diferencien. El seu esperit reproductor i capacitat d'adaptació estan infravalorades. Remeto a “Mimic”, “Starship troopers” i “Joe's apartment”.
ResponderEliminarPer altre part la variant americana d'un tamany 4 o 5 cops més gran que l'Europea i pot volar francament acollona.
Si una vez una se metio del patio a la cocina al intentar matarla se escondio abajo de la estufa no moveria la estufa a las 1 am para sacarla por lo que decidi dejar el tema para el dia siguiente al dia siguiente en la madrugada fui testigo de como trataba de regresar por la puerta del patio y me dije estas son mas listas de lo que creemos son tan listas.como las ratas estoy seguro tambien, despues de meses una se metio por una ventana y al tratar de matarla escapo esta vez huyo y al dia siguiente mi hijo me grito una cucaracha y al.subir ohh sorpresa era la.misma tratando de salir por la ventana que entro!!!! Asi que si son mas listas de lo que creemos
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