Azul de mar sobre la retina, esparciéndose
Evanescente azul de mar, verde impreso
Sobre el negro iris que refleja todo el cielo.
Brisa de mar sobre los pómulos raídos
Tensando, divino azote, las velas de un mendigo.
Por qué renunciar a ti, siempre cercano,
Cuna de hombres, espejo de tiempos y estrellas.
Azul de mar, by Igor. |
Sí que és cert, la mar sempre és inspiració pels poetes.
ResponderEliminarMonsieur, no cabe duda de que el mar le inspira tanto como a mí me relaja. Supongo que nos sería difícil vivir sin él. Afortunadamente no tenemos que hacerlo.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Me encanta, Igor.
ResponderEliminarDivino azote de belleza...
Saludos.
Pasar dos veces al día por tu calle y parar en tu puerta, podría convertirse en un hábito muy sugerente, soy demasiado dependiente y adictiva.
ResponderEliminarEl mar, así expresado dan hasta ganas de meterse y todo, a mí particularmente (y supongo que por desgracia) solo me gusta para dos cosas: contemplarlo en la distancia y pasear descalza en su orilla.
Lo demás, no gracias, boca salada, piel tirante, sabor a oxido, salitre en las narinas, pringue y picor, escozor de arena... supongo que sollo veo las cosas feas de algo tan bello como es lo que nos muestras (esta vez no he sido tan poética, ósea, mas realista que de costumbre...algún día tenia que pasar, jejeje)
Y.... quizás vuelva luego....
Nada como el mar... que inmenso¿verdad?
ResponderEliminarBesos abisales
¡Qué preciosidad!
ResponderEliminarLa penúltima frase me encantó! Perdón que les diga "frases" pero de poesía sé lo mínimo.
ResponderEliminarBesos! =)
Alta mar... sólo el horizonte como límite y su grandeza, belleza, osadía y colorido estampándose en tus ojos; y las teclas haciendo del agua versos. Versos buenos.
ResponderEliminarSaludos
Demian
pues porque el mar está salado y todo lo que toca lo oxida. Hala, como los hombres. Así que pasa de ellos y vuélvete cebolla (es lo único que se me ocurrió que no tenga mucha vida sexual ni viva a gusto en agua salada)
ResponderEliminarNo me juzgues mal, son las tres y pico de la mañana, jajaja.
De aquí ocho días podré gozar plenamente de este mar que tan bien describes!
ResponderEliminar( una que es de secano...)
Salut!
El mar, el mar. ¡Hombre libre amarás la mar!
ResponderEliminarEsos pómulos raídos se me han clavado.
ResponderEliminarNo puedo quitármelos de la cabeza.
Saludos.
De la palabra al iris y del iris al cielo.
ResponderEliminarHa sido perfecto el viaje. Casi ni me entero cuando había llegado ya al final y el revisor me echaba a patadas de tus versos.
Sí, muchas veces lo he pensado: hay determinadas cosas que siempre están ahí (recemos para que la sinrazón del hombre no alcance deterinadas cotas) y siguen, y siguen... ¿y nosotros? También, pero no los mismos.
Curioso, muy curioso.
El mar, cuántos secretos guarda.
ResponderEliminarMira que es bonito cuando la luna "uña" se refleja ahí.
Me temo que yo si renunciaré al mar este verano ;) . El dinero y esas cosas.
Por fin te puedo comentar. En los últimos días blogger no me ha dejado. Me encantó lo de más abajo de las "cucas", como yo las llamaba de pequeña. A mi no me desagradan, por problemas X en casa de mis padres en el baño había un montón y crecí con ellas. Y de las grandes además. ;). Mira que son listas.
Un besazo
Aurora
Un poema modernista ;) lleno de sensaciones vivísimas, colores, brisa, estrellas...pero sin su hojarasca que a veces acaba siendo cansina, más íntimo. Mola :)
ResponderEliminarUn saludo entre la brisa marina ;)
Bello, íntimo. Elocuente. Azul (como cantaban Elefantes)
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=CxlCI70fW9U