1 jun 2012

Ciudad del hombre, Fonollosa

jose maria fonollosa poeta
José María Fonollosa en la ciudad del hombre.
José María Fonollosa nunca dejó de escribir aunque no fue hasta un año antes de su muerte que otro poeta, Pere Gimferrer, editó en 1990 el coloso Ciudad del hombre: New York. Hubo una Ciudad del hombre, Barcelona (1993), tras su muerte y otras obras más.
 Así, José María Fonollosa (1922-1991) cantó a las ciudades que lo conocieron, como si el enjambre de calles fuera tantas veces el silencioso testigo de su paso por el mundo: Barcelona, La Habana, Nueva York.

Fonollosa no habla de la agustiniana ciudad de dios, habla del hombre, definitivamente. Tantas veces, como en Poeta en Nueva York, del hombre que no encuentra su lugar en el mundo y menos entre otros hombres.
En la composición de Carrer d’Aragó 1 dice: «Os prohibirán un día conocerme». En cuya última estrofa añade: «Pero alguien hallará siempre la llave. / Penetrará en la cárcel que me encierre / y buscará entre sombras mis palabras. / Y reconocerá que hablo de él mismo, / de su fracaso, el mío, del de todos».

De 1948 a 1985, nada más ni nada menos, el poeta barcelonés construyó, en el aislamiento, un extenso y ambicioso proyecto encaminado a expresar las condiciones de existencia del ser humano moderno. Que ningún poeta se desanime si su trabajo se forja durante muchas estaciones y no ve la luz. A lo mejor no hay otro camino.

Plaça de Mossen Jacint Verdaguer

Somos los más. Los fuertes por el número.
Y hacemos el vacío en torno tuyo
aislándote en un muro de silencio.
O de burlas hirientes si tus gritos
se asoman a las tapias que te encierran.

Trituraremos tu obra mientras vivas.
Dejaremos, no obstante, para ti,
el mañana, el futuro. Es nuestro obsequio.
Sueña en él tus noches marginadas.

Mas no olvides que el hoy nos pertenece.
Y nos lo repartimos. Este trozo
de honores y dinero para aquél.
Para éste y para mí nuevas prebendas...
Ocupamos los puestos importantes.

Nunca permitiremos que se premie
tu originalidad. Ser diferente
a nosotros resulta intolerable,
pues somos los normales: los mediocres.

Somos los más. Los fuertes por el número.


En este largo paseo de días nublados y bares vacíos, Fonollosa no deja títere con cabeza. Incluso dejo algunos salvajes poemas suyos de lado, como el del niño en el que el poeta ve reflejado el exmarido de su amante. No se corta, no detecto autocensura. Veo un tipo que va por libre, lejos de modas, ismos y otros corsés. Fonollosa va a lo suyo. Quizá hubo un momento, o muchos momentos en que creyó que jamás iba a ser publicado. ¿Es eso la libertad?

Me niego a hacer sonetos. Su estructura
-dos anchos ataúdes de cuartetos
y otros dos más delgados de tercetos-
los muestra adustos, serios de figura.

O semejan barrotes de una dura
prisión de endecasílabos sujetos
por rimas consonantes; obsoletos
modelos del rigor. ¿Poesía pura?

Mayormente son versos preparados
a medida del molde y presentados
con un burdo remedo de la música.

Abjuro de sonetos donde sobra
o falta espacio para expresar la obra
en su justa extensión, la exacta, la única.


EAST 59TH STREET 

Un día la mujer se dará cuenta
de que el hombre es adorno o mano de obra
o un primario depósito de esperma.
Que es ella la esencial para la especie.
No sonriamos con sorna y picardía
por sobrevalorarnos. Es clitórica.
La deificación fálica es en ella
hipocresía. Es mito varonil.
Y el varón que lo impone es quien lo adora.
Un día la mujer leerá la historia
y sabrá quién es ella y quién el hombre.
Relegará al varón a mano de obra
y a su afición al sexo de los príapos.
Y encuerará su real supremacía.
La que hasta ahora ha ejercido ocultamente.


Doyers Street

No vendrá. De verdad. No vendrá nunca.

Mi cuarto es muy modesto para el éxito.
Ni hallaría la casa tan siquiera.

Mi cuarto es muy austero para amigos.
Nadie viene a reunirse entre estos muros.

Mi cuarto es también frío y muy pequeño.
¿Cómo cobijar, pues, un gran amor?

No es lógico esperar. No vendrá nunca
un éxito, un amigo, un gran amor.

Debiera de una vez cerrar la puerta.


En esta dirección, impresionante, hay muchos de sus poemas:


Fonollosa. La llave ha sido encontrado, y ya hace años de eso. Hasta Serrat y Pla te cantaron.

Otros posts de Fonollosa en este blog:
Poeta en el suburbio
- El No de Fonollosa. 




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18 comentarios:

  1. Solo espero que desde que el hombre escribió esto...

    Un día la mujer se dará cuenta
    de que el hombre es adorno o mano de obra
    o un primario depósito de esperma.
    Que es ella la esencial para la especie.

    Ya es hora de que la mujer se de cuenta. Un besazo.

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    Respuestas
    1. Siempre he tenido la misma sospecha. Esencial para la especie y gobierno en la sombra. En el mundo, y en casa.
      Besos.

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  2. "Somos los más. Los fuertes por el número."
    Versos así son como pistoletazos contra el muro de la mediocridad. No lo abatirán, pero dejarán sus marcas para los que deseen ver el blanco.
    Nada sabía de este poeta que hoy nos muestras. Gracias por dirigir tu linterna con tanto acierto.
    Un abrazo.

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  3. Un tipo libre que va por su sitio, forzando con libertad cuantas barreras se le opongan, incluso aunque sean intrínsecas a su labor de poeta (ese soneto parece una jaula apaleada por los golpes desde dentro de su insumiso inquilino). Pero no deja de ser consciente de que su independencia lo aislará sin remedio:
    "O de burlas hirientes si tus gritos
    se asoman a las tapias que te encierran".
    Pero lo más trágico es la conciencia de la soledad no solo en su obra, sino en su vida ("Mi cuarto es también frío y muy pequeño./¿Cómo cobijar, pues, un gran amor?"). Defensor de la libertad sí, sin duda, mas no ignorante de que eso le acarreará dolor.

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    1. Yo creo que sí. Y justamente eso me parece admirable, te diría que casi increíble.
      Bien conocía en sus carnes el precio de la libertad. Y no esos que la van pregonando por ahí mientras cuelgan de otros, especialmente poderes públicos.
      Salve dafd,

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  4. Vaya, no lo conocía, está muy bien. Y que musical el que reniega de los sonetos, esos que se mueren por sonar musicales ;)

    ¡Un abrazo!

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  5. Sí, es verdad. Hay el soneto perfecto, que dejó Francisco de Aldana, y otros muchos buenos pero otros muchos muy malos acotados por la métrica como si esta fuera un cinturón de hierro. Fonollosa se reía.

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  6. Curioso que exprese con un soneto que no quiere hacer sonetos. Supongo que somos una pura contradicción :)

    Feliz tarde

    Bisous

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  7. Senzillament gallina de piel! quina admiració em surt de dins llegint a aquest tipus!!

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  8. Els escriptors però sobretot els poetes són persones solitàries ...per això es mouen tan bé al mig de les metàfores per explicar-nos el seu món.
    salutacions i gràcies per la visita

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  9. Bueno, ya le dije que lo no conocía. Pero como les pasa a algunos pintores cuya obra se revaloriza después de muertos, puede que ha Fenollosa se le haga justicia igualmente cuando ya no está.
    Un saludo.

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  10. No crea que soy un rebelde como el autor del que hablar y cambio preposiciones por verbos. Ha sido mi índice derecho que me ha desobedecido colocando esa muda consonante que no suena, pero tan feo hace donde no debía estar. Un saludo.

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  11. No lo conocia, gracias por compartir las palabras y ese video, buenisimo
    Un abrazo

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  12. Interesante entrada y muy interesante poeta. Lo conocí a través de Albert Pla, por ese estupendo disco. Me gusta, pero a veces me hace demasiado daño. Hay cierta desolación en él que a veces no me apetece. En cambio, leerte a ti, siempre.

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  13. Es verdad lo que comentas. Es un poeta que te perfora y hay que tener cuidado con ello. Esa desolación sin alternativa te puede desmontar el día, la semana, el mes....
    Besos.

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  14. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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