29 sept 2012

Poesía, un converso de Northumbria


poesia inglesa

Corría el año 597 de nuestra era y se empezaba a crear la síntesis entre el mundo antiguo y el bárbaro que desembocaría en el feudalismo. Los pequeños dioses se retiraban, agotados, de Europa. El mago Merlín se diluía en el río de un tiempo pasado. La Edad Media asomaba para perdurar.

San Agustín, el enviado del papa Gregorio a Inglaterra, desembarcó en 597 en Kent. Fue aclamado por los antiguos paganos. Uno de ellos dejó escrito algo hermoso, era un converso de Northumbria, acaso un bardo o un poeta, de eso no quedó constancia.

Comparó la vida del hombre con el vuelo de un gorrión por la sala iluminada y caldeada del rey, mientras afuera el invierno asolaba los campos y los bosques:

«El gorrión, que entra volando por una puerta para volver a salir enseguida por la otra está seguro, mientras se halla dentro, de la tormenta invernal; pero después de un instante en el buen tiempo vuelve a desaparecer; viniendo del invierno, vuelve a volar al invierno. Así parece también la vida del hombre, pero de lo que hubo antes y de lo que vendrá después, no sabemos nada».




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7 comentarios:

  1. Seguramente el gorrión prefiere las inclemencias del invierno a cohabitar con el hombre dentro de un habitáculo supuestamente refugiado de todos los males. Bien por el gorrión. El hombre por el contrario y arriesgándome a contradecir las palabras del bardo o poeta pagano, pienso, se quedaría una vida entre las cuatro paredes.

    Pero si se refiere a la vida y sus porqués...sí, le doy la razón: somos pobres gorriones que no sabemos adónde vamos ni de dónde venimos.

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    Respuestas
    1. Seguro que se queda en la sala del rey, caldeada. Aunque algunos salen a volar, pocos, pero algunos.
      Besos.

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  2. A mí también me hace pensar este texto.

    Iacob

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  3. Bueno Igor, no se sabe nada de esa vida si él no quiere contarnos, por lo menos la pasada, la futura... esa es más difícil jejejeje. Buen poema.

    Un besazo.

    P.D Tienes un premio en mi blog, por favor, pásate a recogerlo.

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  4. Mil quinientos años después no sabemos, no sabemos lo que hay antes y después del invierno. Bueno, en otras cosas sí se ha avanzado.
    Salduos.

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  5. Joder, qué bueno. Déjame que lo piense. Aunque sólo lo piense mañana.

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  6. Yo me siento muy identificado con mi santo. Poco a poco, voy abandonando la maldad y la lujuria jajajaja.

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