Adpatación del Richard III de Shakespeare por la BBC. |
He
dedicado algunas páginas en este blog a la figura mítica de Ricardo III, malo
oficial en Inglaterra. Claro, perdió la Guerra de las Dos Rosas. De haberla
ganado, sería un héroe. Pues, para darle un broche de oro al mundo de Ricardo
III mi amigo Jordi El Dissortat,
desde su blog de El bosque de la Larga
Espera, le hace un homenaje a este hombre que a punto estuvo de cambiar
para siempre la historia de Inglaterra como el general Lee a punto estuvo de
cambiar para siempre la historia de los Estados Unidos de Norteamérica, de
haber ganado la batalla de Gettysburg durante la Guerra de Secesión. Recuerden
que la historia, tal como la recordamos, no es más que la fábula del campeón.
Jordi
ha hecho un diseño herálidico para conmemorar la muerte del rey Richard III en
los Campos de
Bosworth, Leicester, precisamente un 22 de agosto de 1485: aquí tenéis la
dirección para ver esta pequeña joya heráldica: http://dissortat.blogspot.com.es/
que espero disfrutéis como yo la he degustado.
A todo
esto, algunos os podéis preguntar qué es eso de El Bosque de la Larga Espera. Bien, pues el nombre de la weblog de
Jordi El Dissortat y es el título de una de las mejores novelas históricas que
se han escrito. Una auténtica rara avis
editorial y una forma de escribir y abordar la trama que temo, ya ha
desaparecido en este presente de prisas, piratas y resultados.
En 1949 la novelista neerlandesa Hella Haasse publicaba El
bosque de la larga espera. Un libro que narra las peripecias de Carlos de
Orleans, un noble preso en la Inglaterra por orden del rey de Francia, que lo
ve como un adversario. Un héroe que casi nunca empuñó un arma y que prefirió la poesía. Hay que hablar con
calma de este libro atípico, de ritmo de adagio, algo oscuro, misterioso y
complejo como el bosque profundo.
Visitante que soy desde hace tiempo ya de "El bosque de la larga espera" de Jordi Disortat y no tenía ni idea de la existencia de esta novela, seguro que buena.
ResponderEliminarUn saludo.
No lo puedo evitar, es leer Bosworth y Leicester y evaporarse cualquier atisbo de romanticismo que puedas ponerle a la historia. Como escuchar una cinta de Leonard Cohen y que de repente salte Bisbal.
ResponderEliminarNi héroes ni villanos. Si por aquellos tiempos se viajase más, no se hubiese derramado ni una gota de sangre por una tierra tan insulsa.
Buf, interesante cuestión: ¿cuántas guerras se habrán librado por tierras insulsas? Como en casi todas las guerras, ni héroes ni villanos. Todos son malos. Y ya apunté en el artículo sobre la guerra de las dos rosas y la batalla de Bosworth que, al contrario de lo que se creía, las armas de fuego fueron cruciales. Los arqueólogos ingleses encontraron mucho plomo.
ResponderEliminarBueno, Eduardo. Yo te animo a leer El Bosque de la Larga Espera. Un gran libro, una gran novela histórica.
Saludos.
PD: viva Leonard Choen.
La primera vez que oigo de este libro. Ya veo que lo sugieres.
ResponderEliminarHay momentos-nudo en donde pueden abrirse varias posibilidades porque en ellos son posibles. Puede que el hecho mismo de que una de ellas sea definitivamente cerrada por el triunfo de otra se deba a que no era una auténtica posibilidad: Anibal-Roma, el general Lee, Poitiers con Carlos Martel, etc.