Por P conocí a S y S me presentó
a J. Charlo con S y J sobre gatos e hipopótamos. Surge Alejandra, que no está.
J, con la solemnidad de un sacerdote de Zoroastro, se levanta. Busca algo en el
cofre helado hasta que saca un libro de Pizarnik y me lo entrega. Cuídalo, me dice. No sólo lo cuido,
también lo leo. No muy a menudo, pero a veces sucede. Ya me puede caer un piano
en la cabeza, ya. Los cuentos cortos y los poemas de Pizarnik bien merecen una misa. Y dos, y ....
«Debajo de un árbol, frente a la casa, veíase una mesa y
sentados a ella, la muerte y la niña tomaban el té. Una muñeca estaba sentada
entre ellas, indeciblemente hermosa, y la muerte y la niña la miraban más que
al crepúsculo, a la vez que hablaban por encima de ella.
–Toma un poco de vino –dijo la muerte.
La niña dirigió una mirada a su alrededor, sin ver, sobre la
mesa, otra cosa que té.
–No veo que haya vino –dijo.
–Es que no hay –contestó la muerte.
–¿Y por qué me dijo usted que había? –dijo.
–Nunca dije que hubiera sino que tomes –dijo la muerte.
–Pues entonces ha cometido usted una incorrección al
ofrecérmelo –respondió la niña muy enojada.
–Soy huérfana. Nadie se ocupó de darme una educación esmerada
–se disculpó la muerte.
La muñeca abrió los ojos. »
(Alejandra Pizarnik, enero 1967, en Mundo
Nuevo)
Me ha recordado otro, muy famoso, que utilizó una editorial en el anuncio de sus libros de texto. “El gesto de la muerte” de Jean Cocteau y que por ser tan cortito como el que cuenta de Alejandra Pizarnik reproduzco:
ResponderEliminar“Un joven jardinero persa de pide a su príncipe
—¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahan.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y
le pregunta:
—Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
—No fue un gesto de amenaza —le responde— sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahan esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahan.
Un saludo.
Que casualidad, leí este cuento la semana pasada en alguna revista, aunque no recuerdo con qué fecha. Acabo de leerme la biografía de este poeta y cuentista y no sé cuántas cosas más. Increíble. Cuantos libros de poesía, apabullante. Lo leeré, especialmente sus poemas.
ResponderEliminarEl cuento de Ispahan es fantástico.
Hola Igor, quiero aprovechar esta ocasión para comunicarte que te he concedido el Premio Dardos para reconocer tu talento y el gran trabajo que desarrollas en este blog :) (en mi blog puedes ver la publicación del premio)
ResponderEliminar¡¡Un abrazo y enhorabuena amigo!!
Interesante estos cuentos de Pizarnik no los conocía, tengo mucha curiosidad por su diario personal que acaba de salir, por lo menos por aquí por España.. un saludo
ResponderEliminarUn abrazo, camarada. Es un enterísimo placer compartir con usted.
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