Siguiendo la estela de esta autora norteamericana, tras el gusto de leer
la saga de Terramar, iniciada por Un mago de Terramar, he leído
recientemente la novela fantástica Los
dones (2004), que recibió el premio PEN Center USA de 2005 y que en España
fue publicada por Minotauro. El libro lo podéis comprar en papel o en epub, pdf
y otros formatos para ebooks. Es un libro de fantasía ligero, de lectura fácil
y amena. Con Los dones arranca el ciclo de los Anales de la Costa Occidental,
a
la que siguen Voces (2006) y Poderes (2007).
El estilo preciosista, claro y aparentemente sencillo de Ursula K Le Guin
se mantiene. Tiene esta mujer una tremenda habilidad por construir historias de
fantasía con muy pocos elementos. En este caso, los primeros pasos de un joven
mago (al igual que en Terramar), Orrec, hijo del brantor Canoc, del
clan de Caspromant, quien todavía
no está nada seguro de si posee o no el don de su padre. En esta fase de
aprendizaje, que contiene momentos repetitivos y algo lentos, me dejé llevar
más por la narrativa cristalina de la autora que por la trama. Los dones no es más de lo que quiere
ser, una buena novela juvenil aunque huérfana del esplendor de otros libros de
Le Guin. Recomendable sí apetece pasar un buen rato y nada más.
Quizá el mejor personaje del libro sea un secundario, el padre de Orrec,
el brantor Canoc, un personaje con tintes trágicos, épico, capaz de grandes
acciones y capaz de ser víctima de sus propios complejos y obsesiones. Un tipo
especial, introvertido, que a mi juicio protagoniza los dos mejores momentos
del libro: el secuestro de una calluc (mujer de las Tierras Bajas) tras una
expedición de rapiña, y la lucha contra otra brantor, hacia el final del libro.
El resto de libro es un fluir, con historias dentro de otras historias, en este
nuevo mundo con muy pocos personajes. Bueno, alguno se preguntará que son los
dones: son los poderes especiales, mágicos, transmitidos por los distintos
linajes que componen las empobrecidas y salvajes Tierras Altas. Algunos
simplemente sirven para convocar o entender a los animales pero otros son mucho
más mortíferos, pues Canoc, el padre de Orrec, puede convertirte en papilla con
solo mirarte y chasquear los dedos.
Ya esta en mi lista de lectura!!
ResponderEliminarMe le has recordado.
Besos!
^-^
Una novela fantástica que se lee con gusto. Un pelín demasiado juvenil para mí, pero bien.
ResponderEliminarSaludos.