Iré desgranando el rutilante libro de Poemas 3,14 (2014) que he publicado este
año para ser bajado gratis en Smashwords en epub, mobi, kindle, pdf etc. (Poemas 3,14 en GOOGLE PLAY), también en (POEMAS 3,14 en EPUB, MOBI, PDF, KINDLE)
y en Amazon en kindle, no siempre gratis (POEMAS 3,14 en AMAZON). Son poemas que pueden
considerarse modernos, son versos de hoy. De esta primera entrega de cinco, dos
son poemas nocturnos. La ausencia de luz acrecienta las visiones.
¿Por qué publico estos poemas en descarga gratuita? Sencillamente,
ante la pereza de emprender otros caminos preferí atajar y dejarlos en libre
descarga en Internet. No tengo ganas de pelear ni de concursar por mis libros.
Y sé que la gente se toma más en serio un texto literario si ha pagado
previamente.
En unos meses tendré un segundo libro de poemas, ya veré qué hago con ellos. De momento dejo en este post algunos los poemas del libro que he publicado en el blog. Luego, subiré el resto de poesías publicadas anteriormente en un segundo post. Más adelante iré publicando los inéditos uno a uno para que quien así lo desee los pueda leer. Ahí van, son unos cuantos:
Llega la Noche
Se descuelga blanda por los cabellos del bosque
a oscuras se desliza sobre el silencio del agua,
los párpados ciegos sueñan ventanas.
Oleaje de quejas, imágenes y cristales
asoman en el aroma de la noche dormida,
el corazón desvestido por corrientes
subterráneas.
No soy el de hoy, ya recuerdo las rutas.
Golpes, las membranas del corazón, ¿dónde
estás?,
en la calle muy ancha y sin nombre, la noche,
donde miles llegan, diluyéndose. Vuelven.
Resuena la canción de cuna, ¿dónde has estado?,
aquí, ¡tan cerca!, remendando las leyendas
que calman mis manos retorcidas de hoy.
También estas flores que se incendian y se
alejan
dejando regueros de desperdicios, ¡hasta nunca!
La noche hace llover matices, la brisa
dice, musgo en los oídos, de otras melodías
no preguntas pero van llegando respuestas,
más respuestas muriendo en la arena mojada.
No te molestas en recogerlas, como las conchas
que has ido dejando aquí y allí y en otras
playas.
Creo que es la brisa y esta música que flota
para ir elevándose hasta arriba,
agarrándose a las paredes del patio, creciente.
Los grises muertos que tanto amo
en la ciudad de los colores, el amor del puerto
subiendo fétido y vital, charcos barnizados con
lunas,
las voces que se van perdiendo en el tiempo,
madera negruzca de una mesa, bar de medianoche,
los pasos besando calles torcidas, Casco
Antiguo,
el jardín de luces, bombillas solitarias de
pensión,
reflujo del aria a lo largo del paseo
deslumbrado
abriendo el iris, calando en las mandíbulas
abiertas.
Sangras porque morir es la continuidad,
las fachadas desmoronándose, el yo silenciado,
sueños,
palabras extraviadas en llanuras de hierba
violácea,
las distancias que la noche, ya herida, exhala
en un salto.
Lluís Viñas Marcus Del libro Poemas 3,14
Madre
Se extienden los llanos más allá
de donde alcanzo, hoy, aún
maniatado a los cuadros viejos
que cuelgan de este suburbio que desaparece.
La tierra me espera.
Exhalo arcilla sangre bajo el cielo.
El lecho de madre limpio y adorno ¡polvo!
Embrido en la tarde las luces del sur.
Lluís Viñas Marcus Del libro Poemas 3,14
Poema con corazón
Si un sábado de luces bajas
te sobreviene la tristeza,
no me lo reproches mucho, corazón.
De los rostros que perdieron el
habla
aún podría trazar las sonrisas,
también los ojos en las esquinas.
Si decaigo, lánguido sobre la
tarde,
no me prestes atención.
Son las fuerzas que buscan remanso
para fluir con el trino del mañana
y así abarcar lo que hoy fallece.
Te parezco serio y sombrío,
oyes murmullos en la quietud
me anticipas que se han marchado.
Son sólo unas horas. El tiempo
y su juego de máscaras macabras.
Así, calla y aguarda
que estoy por aquí cerca
escuchándote,
espesando entre alambiques luces
del alba.
Lluís Viñas Marcus Del libro Poemas 3,14
¿Era Abril?
Desangro el sol, vidrio de un día,
entra aire fresco que me arrastra.
El hielo en nueva corteza.
La piel escucha el lamento de la golondrina.
Voces de mujer cerca de la puerta.
Lluís Viñas Marcus Del libro Poemas 3,14entra aire fresco que me arrastra.
El hielo en nueva corteza.
La piel escucha el lamento de la golondrina.
Voces de mujer cerca de la puerta.
Paseo Nocturno
Vestido con aguas
de noche,
vuelvo a casa.
No más que una
aguja,
constante baja la
lluvia.
Quietud, toda la
avenida,
la noche es la
llanura
de los labios de
la luna,
sin mi voz llega
el latido
de los árboles
dormidos.
Avanzo en la
ansiedad,
charcos con
memoria
pintarrajeados con
preguntas.
Medianoche sin
hombres,
medianoche sin
dioses.
Quisiera entender
pero sé
que me alejo de la
piedra.
Me espera una
esposa
me espera una hija
desordenando la
larga
trenza de los
días.
Atrás, impacientes
muchas muertes
esperan
cada una con un
ramo
de color cansancio
que no se dice.
Siento el beso del
cielo
subiendo por la
avenida,
canto despacio a
la lluvia.
Lo que sé es poco
y poco me dice,
lo que creo que es
me enturbia la
vista.
Leve como esta
lluvia
las uñas del aire
me perfilan.
Dame, dame un
nuevo
rostro esta noche.
Con harapos de plata
en la negrura sin forma
rostro esta noche.
Con harapos de plata
en la negrura sin forma
vuelvo a casa.
Lluís Viñas Marcus Del libro Poemas 3,14
Lluís Viñas Marcus Del libro Poemas 3,14
Erótico
Majestad eres tú
cuando desnuda
al alba me abandonas
en la crisálida
donde hemos mezclado
anhelos y lunas.
Dejando un velo de espuma
—¿alguien más lo ha visto?—
cruzas el espacio,
trituras la luz
y con gesto imperial,
cuando todavía es mío
el oleaje y el salitre,
al balcón te asomas.
¿Es esto el amor?
Imaginar tus pezones
bajo el sol,
lamer la mañana,
devorar lo fugaz.
Tu espalda azul
gotea verano
y reptante
arquea su sombra.
Lluís Viñas Marcus Del libro Poemas 3,14
Aquí cuelgo la canción Majestat, compuesta por Ronald de Roeck, y basada en este poema erótico que escribí y acabas de leer. ¡Esta música tiene la cadencia de las olas!
Gracias. Por compartir estas obras de arte. Un beso.
ResponderEliminarHola Amapola, espero que te gusten estos poemas, y además te los puedes bajar gratis en los distintos formatos para ebooks, ¡y sin registros!. Besos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo soy un, lo que se dice, auténtico lector de poesía. Me cuesta más leerla y disfrutarla. Tu generoso esfuerzo, así editado, encontrará más adeptos, aunque publicar poesía, hoy en día, es llorar.
ResponderEliminarPara llorar absolutamente. En el mundo hay 103 personas escribiendo poesía y 47,5 personas que leen poesía. Por eso tengo los poemas gratis y en formatos de ebooks. Veo que hay bastantes descargas, algo que me ha sorprendido un poquito. Lo que sí tenía claro era el tema de las expectativas, que son muy humildes: el que quiera que se los lea y poco más.
ResponderEliminarEn fin, sacar un libro de poemas no deja de ser una minúscula ilusión.
Saludos.