Tanto me
cansaron y aburrieron los amores de Swann por Odette como me gustó la magistral
prosa de Proust. Quería dejar un breve testimonio de esta obra clásica, En busca del tiempo perdido. He escogido
un fragmento que habla sobre la música. Creo que es muy difícil escribir sobre
algo tan abstracto como escurridizo: el amor, la música, la casi nada.
«Tiene el violín cuando no se ve el instrumento y no se
puede relacionarlo que se oye con su imagen, cosa que modifica su sonoridad, acentos
semejantes a algunas voces de contralto que llegan a dar la ilusión de que hay
una cantante. Alzamos la vista sin ver otra cosa que las cajas de los violines,
preciosas como estuches chinos, y, sin embargo, por un momento aún, nos engaña
la falsa llamada de la sirena; otras veces, se nos figura que en el fondo de la
docta caja se oye a un genio cautivo que está luchando allá dentro, embrujado y
frenético, como un demonio en una pila de agua bendita; cuando no, se nos
representa un ser sobrenatural y puro que cruza por el aire difundiendo su
invisible mensaje.»
«Como si los instrumentistas estuvieran, más que tocando
la frase; procediendo a los ritos indispensables a su aparición y ejecutando
los sortilegios necesarios para obtener y prolongar por unos instantes el
prodigio de su evocación, Swann, que ya no podía verla, como si perteneciera a
un mundo ultravioleta, y que saboreaba igual que la frescura de una
metamorfosis esa momentánea ceguera que lo aquejaba al acercarse a ella; Swann
sentía su presencia, como una diosa protectora y confidente de su amor, que
para poder llegar hasta él delante de todo el mundo y hablarle un poco aparte
se había endosado el disfraz de esas apariencia sonora. Y mientras pasaba ligera,
calmante, murmurada, como un perfume, diciéndole todo lo que le tenía que
decir, todas las palabras que Swann escrutaba con avidez, lamentando que
huyeran tan pronto, sin querer hacía con los labios el movimiento de besar al
paso su cuerpo armonioso y fugitivo. Ya no se sentía desterrado, y sólo porque
la frase se dirigía a él, le hallaba a media voz de Odette.»
«¿De qué dolores debió sacar aquella fuerza de Dios, aquella
ilimitada potencia de crear? Y cuando era la frase la que le hablaba de la
vanidad de su pena, Swann sentía muy suave esa misma juiciosa prudencia que le
pareció intolerable cuando leída en el rostro de los indiferentes, que juzgaban
su amor como una divagación sin importancia.»
«Aquellas seducciones de la íntima tristeza es lo que
ella intentaba imitar, volver a crear, y hasta su misma esencia, que está en
ser incomunicable y aparecer como frívola a toda persona que no la sienta, la
captó y la hizo visible la frase.»
No habla aquí de música, Proust, pero la cita me hace
gracia. Por identificación.
«En cuanto se levanta un soplo de viento y los trigales
empiezan a agitarse, me parece que va a llegar alguien, que voy a recibir una
noticia.»
No he pogut mai llegir-la, és tan lenta...
ResponderEliminarNi amb l'Ulysses de Joyce...
Es literatura de otro tiempo, con otro ritmo. Sí, es más lenta que una devolución de Hacienda, En busca del tiempo perdido, y tan genial, por el cómo está escrito, por fragmentos. ¿La trama de Proust? ¿Tenía alguna?
ResponderEliminarSaludos.
Parece como si mis ojos no siguieran tras sus líneas.
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