24 mar 2015

Von Rezzori, una cita de Un armiño en Chernopol

Lean, por favor, esta cita Gregor Von Rezzori (1914-1998), en su novela Un armiño en Chernopol, de la trilogía que escribió este escritor apátrida que se completa con Memorias de un antisemita y Flores en la nieve. Habla de la corrupción. Algo les resultará vagamente familiar.

«Vivimos con tantas contradicciones que no tenemos nada que objetarle a nadie. ¿Orden? Pero… ¡por favor! ¿Qué ciudad cree más en el orden que la nuestra? Chernopol es administrada y gobernada conforme al esquematismo de una burocracia rigurosa que es herencia del espíritu burocrático más anquilosado de la historia universal —el austriaco, contra el cual nos alzamos—, y por esa razón, aun pecando de chovinistas, por nada del mundo estamos dispuestos a admitir semejante lacra. Que, en el proceso, esa burocracia quede prácticamente sin ejecución y efecto se debe, si bien sólo en una parte muy pequeña, a la tan cacareada corrupción, hoy perfectamente integrada y refinada. En una parte muchísimo mayor hay que achacarlo a la falta de resistencia, a la maleabilidad de los gobernados y administrados.»

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4 comentarios:

  1. Quizá ahí esté una diferencia entre países latinos y otros europeos: en nuestro país es aceptada, pero no integrada. La corrupción en el Reino Unido -por ejemplo- existe pero, cuando se detecta en los poderosos, se cambia la ley y el escándalo expuesto deja de ser delito. En España nos gusta más sumergirnos en ese mar de burocracia y real decretos que hacen referencia a otro real decreto que actualiza y modifica otro que exigirá dos fotocopias compulsadas del DNI hasta para sonarse los mocos, lo que nos deja sin más opción que el salto de las leyes, prefiriendo la mordida a entrar por el laberíntico aro.

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  2. Es verdad. Leí un tocho sobre la historia europea desde la Segunda Guerra Mundial hasta los años 90 y el autor, muy reputado, sostenía algo muy parecido a lo que comentas. Dicen los expertos que un signo de corrupción es el exceso de legislación. ¡Normas para todo! Que luego no se cumplen.

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  3. "Falta de resistencia", "maleabilidad". Vaya, parece que en todas partes la cosa empieza por lo mismo: la cesión de los administrados. En nuestro caso, además de cesión, además de dejarnos hacer, puede haber colaboración, es decir, votar a los corruptos. Esto ya no es abulia, sino simbiosis.

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  4. Pura simbiosis. Tatuado en en ADN. Y nuestra querida clase política es un reflejo de todo ello y no una excepción. Von Rezzori lo retrata magistralmente.
    Saludos.

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