Tiro de reservas estratégicas
y
subo otro de los poemas de 3,14.
Sean buenos en Sant Jordi 2015 o Día del
Libro
y nunca, nunca, nuca se paren para hablar con desconocidos.
y nunca, nunca, nuca se paren para hablar con desconocidos.
Hilos
de carne
Tiempo era al igual que hoy
cuando donde muere la calle
vi correr los hilos
de cien golondrinas, los picos
abriendo el vasto espacio hasta coser
mi carne con sus estelas.
Voces e hilos me atraviesan
hasta ser una transparencia
suspendida en una marea
de formas, veo los paralelos,
olvido ser quien era,
sueño ser un pájaro
ingrávido abandonando
la tierra. ¡Quebrar el ocaso!
¡Apuñalar el vidrio azul!
Y así veo el mundo, verde
y tenue serpiente sobre el barro,
allí abajo brillan luciérnagas…
Es la tierra adherencia
que la ave deja en vuelo
rasante, se eleva sobre la bóveda
perfora las nubes enrejadas
y cuando cree ser una flecha
—aullido de acero vivo—
su propio reflejo la confunde,
la golondrina cae en picado
y la ave piensa ser un hombre,
carne que sueña
en frágil permanencia
negando ser un hilo que arde.
El hombre sueña ser ave
que rasga el blando rostro
de los cielos, que cruza
el oscuro vientre del tiempo
y no se detiene
para volar, volar, volar.
Kutuzov, en Poemas 3,14
Rizos, picado de golondrina que azuza la imaginación y desata tormenta de plumas. Pero abajo está el barro, el cielo se deja perforar, pues sabe que él está arriba.
ResponderEliminarUn abrazo
Ya están volviendo las golondrinas... Y con ellas los sueños de primavera.
EliminarUn saludo.
¿Quizás hayas querido decir que todos queremos ser no quienes somos, sino quienes no podemos ser?
ResponderEliminarUn saludo.
Sí, y algunas cosas más. Supongo que la gracia de un poema es su mensaje múltiple, entre otras cosas. Si resulta bonito, mejor. Aquí un hombre cree ser una golondrina para volver a creer que es un pobre ser humano. El sueño de volar, volar, volar.
ResponderEliminarSaludos.
Tus reservas estratégicas son de primera calidad.
ResponderEliminarTe felicito.