Ayer vi un tráiler que me hizo saltar de
la silla. Hambre de cine. Es la película The Revenant (El
Renacido), que se estrenará en febrero de 2016. La última de Di
Caprio dirigida por el mexicano Alejandro
González Iñárritu (ojo a Amores Perros).
Este hombre, Di Caprio, que empezó de joven medio en broma en La Isla y que, al revés de tantos, con
los años ha ido ganado hasta ser un gran actor. Su presencia en la pantalla,
más viejo, más hinchado, barbudo, es hoy totémica.
Últimamente en televisión he visto
algunas películas de dramones y tragedias íntimas. No me hacen falta para nada.
El día a día está repleto de este tipo de historias en las que a veces, uno es
parte integrante de la trama. Solo hay que pisar la calle, subirse al metro o
entrar en un supermercado y fijarse un poco. El trabajo es otro jardín fértil a
los malos rollos. Cuando voy al cine, recordando a Subiela, quiero que me hagan
volar: historias épicas, de aventuras, ciencia ficción. Grandes escenas. Sueños
de otras vidas.
El cine, la literatura y la poesía de
denuncia nunca han servido para nada y su denominador común es la mediocridad.
Hay alguna excepción, como el Munich
de Spielberg, pero es que esta historia ya es buena por sí misma. En fin. The Revenant huele a gran
cine. He aquí el avance de la película.
Jo, si que tiene buena pinta, si...
ResponderEliminarEstaré atento.
Gracias.
Y por navidad Star Wars. Aunque sea mala, iré.
EliminarSaludos.
Entiendo lo que dices sobre ver dramas, aunque a veces me ayudan si sé que van a tener final feliz.
ResponderEliminarSi voy a pagar lo que cuesta una entrada de cine (que cada vez es más), quiero que sea algo que mejore con una pantalla grande, como lo que comentas de la épica. Ya puestos, una banda sonora que resuene en el dolby de la sala. Sino me quedo en casa.Esto me recuerda ¿has visto "Camino a la libertad"/"The way back"? Va en la misma línea y fue rodada por los estudios de National Geographic.
Otra película que ha marcado fue La lista de Schindler. Recuerdo ir a Alemania y ver que los institutos llevaban a los alumnos a verla al cine como parte de la clase de Historia.
Ah... No he visto esa película. Y no sé porque no fui al cine. Tenía ganas de verla. Pues sí, algo que mejore en pantalla grande, como Interestelar, con una banda sonora resonante. Algo grande, por favor. La Lista de Schindler. Qué gran obra. Para esas cosas sí vale la pena ir al cine.
ResponderEliminarPor cierto, acabo de terminar True Detective, una serie de televisión. Enorme. Gran guión, grandes actores, gran puesta en escena, gran fotografía, etc. Mejor que el cine (con excepciones). Qué rápido cambia todo.
Claro, le entiendo muy bien. Aunque también tiene mucho que ver la forma de saber contar las cosas, El guión, la dirección en el cine, como la propia forma de escribir una novela, hace una historia simple, pueda resultar agradable de ver o leer o insufrible. Pero de entrada, estoy muy de acuerdo. Y de ahí mi admiración y gusto por el cine de los años de la época dorada de Hollywood, con su cine negro, de aventuras, del oeste, hasta las comedias o las historicas. Mucho menos me impresionan las obras de autor. Tenerme que tragar las interioridades de un autor o director sobre dramas personales, de las dudas existenciales, sin acción ni nada que se le parezca, me aburren. Como si la vida de la gente no fuera suficiente película ya.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta el cine en pantalla grande. Las escenas que merecen la pena por su esplendor son, eso, mucho más espléndidas. Aunque cada vez se habla más en la sala.
ResponderEliminarBuf, el video promocional no da un respiro.
Sí, un cine que te sacuda. En casa es complicado, en la sala, con los efectos, es más posible. Recuerdo Interestelar, buena ciencia ficción. Vi el traíler en casa y no me convenció del todo. En la sala de cine aquello era otra cosa. Como el tráiler de Renacido, botaba en la silla.
ResponderEliminarSaludos.