Ahí fuera alguien ha encendido el horno y se lo ha
dejado abierto.
Obama ha pasado por España, un país de segunda en
la jaula de grillos europea. ¿A qué ha
venido Barack Hussein Obama? ¿A hacerse fotos de dos minutos con los líderes? Pronto
habrán tropas españolas en Libia y más en Irak, no a defender la sociedad, la
gente, sino a velar por los intereses privados: no en vano Cepsa o Repsol ya
explotan pozos en la vecina Argelia. El mundo de lo privado sobre lo público.
La nueva revolución que lleva años en una marcha invisible. Luego la gente paga el precio de las intervenciones para defender los intereses de grandes compañías de las que nada sabemos.
Lamento decir que en cuanto a redes sociales estoy
en fase pez incoloro bajo la arena. Y no sé la razón. Ya se me pasará.
Quizá la culpa la tenga Messi. Hoy he ido al banco
y en el quiosco de delante he visto que un periódico de información general
sacaba una foto de Messi en portada. Porque se había teñido el pelo. Luego los
amigos me llaman pesimista.
Llegan los Juegos Olímpicos. Me había olvidado. He
leído que a todos los atletas rusos los han vetado por dopaje. Solo a los
rusos. Cuando hay algo que no me cuadra y no entiendo, emerge el Sancho Panza
que llevo dentro. Si, por ejemplo, uno de esos atletas rusos, o sea, la
mayoría, no gana, ¿qué debo pensar del que ha ganado? Si por ejemplo, un tío
que corre los 10.000 metros queda el noveno y es ruso, ¿qué han tomado del primero
al octavo? ¿Un zumo de limón azucarado? Y en los medios dan la noticia con la
certeza y la naturalidad con la que el meteorólogo anuncia sol y buen tiempo.
Ningún análisis. Uno vive feliz en Occidente.
El otro día vi en un parque un grafiti
esperanzador. Era una ecuación matemática que no entiendo. No comprendo por qué
la mates me resultan esperanzadoras, pero es así.
El club de judo donde llevo años ha cerrado para
siempre. He empezado en otro, con mucha gente, y gente muy potente. Voy
hipermotivado. A veces, para dar un salto hacia delante, lo mejor es sacar el
hacha y de un solo corte soltar amarras.
Los Estados Unidos es la gran potencia. En declive.
En lento declive. Ningún enemigo exterior derribará al gigante, que caerá solo.
Por implosión. Ya lo ha empezado a hacer. La primera vez que lo pensé fue hace
mucho, cuando los disturbios de Los Ángeles, de los que nunca se habló, a pesar
de que aquella enorme ciudad ardía por los cuatro costados. Y no, no es buena
idea que la gente tenga armas, aunque lo diga la constitución.
En España no hay gobierno. Bueno, sí lo hay, los
amos de siempre, pero me refería a un gobierno de políticos. Pronto lo habrá.
Ni las circunstancias dan para juegos ni la Europa herida que nos tutela junto
a los USA está para muchas tonterías. Solo resiste Pedro Sánchez, sabedor que
el pacto significa su funeral. ¡Siempre lo privado por encima del bien común! Y
eso que el PP es para mí sinónimo de malas noticias, siempre, una
incuestionable mala noticia con ocho millones de votos.
Acabado el libro de “los mejores poemas” o algo así
de Wisława Szymborska. Asombrosa. Dejo del libro entre “En Dos puntos”, el
penúltimo libro que sacó en 2002, este poema que me chifla. Podemos odiar o
amar completamente, es verdad. Eso es cosa del corazón, que late como un loco caballo de carreras. La mente es otra cosa. Y el universo también es más
racional, donde todo es relativo, se mire desde donde se mire.
EL
VIEJO CATEDRÁTICO
Le
pregunté sobre aquellos tiempos
en
que éramos tan jóvenes,
ingenuos,
entusiastas, tontos, inexpertos.
Algo
de eso ha quedado, excepto la juventud
-respondió.
Le
pregunté si todavía sabe a ciencia cierta
lo
que es bueno y lo que es malo para el hombre.
La
más mortífera ilusión posible
-respondió.
Le
pregunté por el futuro,
si
lo sigue viendo claro.
He
leído demasiados libros de historia
-respondió.
Le
pregunté por la fotografía,
esa
en el marco, sobre el escritorio.
Fueron,
pasaron. Mi hermano, mi primo, mi cuñada,
mi
esposa, mi hijita sobre las rodillas de mi esposa,
el
gato en los brazos de mi hijita,
y
un cerezo en flor, y sobre el cerezo
un
pájaro volador no identificado
-respondió.
Le
pregunté si es a veces feliz.
Trabajo
-respondió.
Le
pregunté por los amigos, si todavía tiene.
Algunos
de mis antiguos ayudantes,
que
también tienen antiguos ayudantes,
la
señora Luzmila, que gobierna mi casa,
alguien
muy cercano, pero en el extranjero,
dos
señoras de la biblioteca, las dos sonrientes,
el
pequeño Gregorio de enfrente y Marco Aurelio
-respondió.
Le
pregunté por la salud y por su estado de ánimo.
Me
prohíben el café, el vodka, los cigarros,
cargar
recuerdos y objetos pesados.
Tengo
que fingir que no lo oigo
-respondió.
Le
pregunté por el jardín y el banco en el jardín.
Cuando
la noche es serena observo el cielo.
No
deja de asombrarme cuántos puntos de vista hay ahí
-respondió.
Wisława
Szymborska (2002).
Interesante blog. Me gusta cómo escribes y tus ideas. No será la última vez que pase por aquí, espero.
ResponderEliminarObama, Messi, USA,España... lo tocas todo, hasta lo importante: tu nuevo club de judo y un poema extraordinario. Y en estas cosas está la salvación. Los factores que cito en el comienzo se nos escapan de las manos, nada se puede hacer.
ResponderEliminarAprende nuevas llaves y escribe nuevos poemas, para que el tórrido y tedioso ambiente no te arrastre a la deshidratación cerebral.
Un abrazo.
Todo lo que fue construido con el esfuerzo de todos se está troceando y vendiendo, o cediendo directamente, al sector privado. Y es tendencia. Guerras, acuerdos comerciales, camarillas que rodean las cancillerías, órganos legislativos, buf, etc. Y, sin embargo, observo, mirando hacia atrás, y veo tanto sufrimiento para llegar adonde estamos.
ResponderEliminarEs el nuevo mundo. ¿Peor? ¿Mejor? Y en cualquier caso, no es responsabilidad de cada uno, es su pequeño campo de acción real, incidir sobre ello.
EliminarLa "res pública" se encoge. Llegan los grandes señores. Vamos a otra cosa.
"Llegan los grandes señores. Vamos a otra cosa."
EliminarExacto, cada vez lo tengo más claro. No sé si, temo, a un neofeudalismo, pero, desde luego, "a otra cosa".
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPues creo que debo felicitarle. Sentirse esperanzado con una ecuación que no comprende lo convierte en un soñador. No es mala cosa esa.
ResponderEliminarUn saludo.
Quizá sea esa la resolución de la difícil ecuación. No es mala cosa, no.
ResponderEliminarUn abrazo.