30 sept 2012
29 sept 2012
Poesía, un converso de Northumbria
Corría el año 597 de nuestra era y se empezaba a crear la síntesis entre el mundo antiguo y el bárbaro que desembocaría en el feudalismo. Los pequeños dioses se retiraban, agotados, de Europa. El mago Merlín se diluía en el río de un tiempo pasado. La Edad Media asomaba para perdurar.
Poesía, un converso de Northumbria
27 sept 2012
Famoseo y solidaridad
Penélope Cruz me dice que las “medidas del gobierno Rajoy son escalofriantes”, montada en unos zapatos de Giuseppe Zanotti y, el pecho, que ha aumentado desde Jamón, Jamón, cubierto con pedrería de Tiffanys.
Sigo caminado por estas calles, nuestras calles. Se para un Porsche Cayenne, y Bardem, sin bajarse, me grita desde la ventanilla “Igor, debes ser solidario con el pueblo saharaui”.
Famoseo y solidaridad
24 sept 2012
Cormac McCarthy, el libro Sunset Limited
El último libro de Cormac McCarthy (Literatura Mondadori,
2012), Sunset Limited, es una apuesta fuerte de uno de los escritores
con mayor talento vivos. Escribí sobre McCarthy (ver
enlace) y sobre aquella gran novela de literatura fantástica, The Road
(La
Carretera), hace algunos meses.
Cormac McCarthy, el libro Sunset Limited
19 sept 2012
Bajo el signo de Onar
Este libro es una bomba. Es ágil,
dinámico y me divierte. Tiene aliento, arden las páginas. No me reconozco.
Seguramente me he dejado llevar mucho más. Con la pluma suelta se escribe
mejor. Como mínimo, es más trepidante que el primer libro de Vamurta.
Intento contener la mala
influencia de la euforia. Estoy contento. Dando el primer repaso a la tercera
parte del segundo libro de Antigua Vamurta, que cierra esta larga aventura.
Luego vendrán más repasos y pulidos, claro.
Aviso y petición a los lectores.
Léanse los relatos de Antigua Vamurta. No son indispensables las historias
cortas para entender este segundo libro de Vamurta. De hecho, obviamente,
habiendo leído el primer libro es suficiente. Pero los relatos ayudan. Los conecto
con la trama de la novela, enriqueciendo este nuevo universo.
Bajo el signo de Onar, feliz
escribiendo.
Bajo el signo de Onar
13 sept 2012
El mercenario, cómics de Segrelles
La saga de El Mercenario, los tebeos de Segrelles. Una de las historias de cómic mejor dibujadas, una
de las mejores aventuras de fantasía gráficas de nuestra era. Corría el año
1980 de nuestra era cuando Vicente Segrelles (Barcelona, 1940) empieza
la saga que publicará en primer lugar en la revista Cimoc.
Los guiones no
son gran cosa y las tramas son sencillas. De hecho, creo que el fulminante
éxito de El Mercenario se debe en parte a esa simplicidad y a la increíble
calidad de los dibujos y a la creación de un universo propio, entre misterioso,
solitario y fascinante. Casi nadie ha dibujado así en toda la historia del
cómic.
El mercenario, cómics de Segrelles
10 sept 2012
Prometheus, Piratas, Martha Marcy May y más películas de verano
Una criatura de H. R. Giger |
PROMETHEUS, del amado
Ridley Scott, es como una noche de juerga: tiene una cosa buena y, luego, otra
mala. La buena es el aspecto visual, rutilante y muy satisfactorio. Lo malo es
el guión, la historia de ciencia-ficción. Sencillamente, no hay cuento alguno.
Muy probablemente, por razones presupuestarias, Ridley Scott echó mano de los
guionistas de Águila Roja, y claro,
la cosa pierde color y sentido y hasta sensibilidad. Buenas ideas iniciales (fabulosos los diseños de HR Giger) que
son lanzadas al cubo de la basura con el grado de remordimiento con el que un
tipo de abundante vello nasal lanzaría un pañuelo de papel tras un largo y
prolongado resfriado, que no verano. Ir sí, pero a sabiendas.
Prometheus, Piratas, Martha Marcy May y más películas de verano
8 sept 2012
Hay que levantar el país
Hay que
levantar el país. Es una frase que muchas veces oigo,
insanamente. Como esa otra, que se repite de serie en serie y de película en
película, ¿estás bien? O es argumento
nunca-visto-antes de tanto cine americano o made in Hong Kong: Hola, me llamo Joe y tengo un pistola. Hola, Joe,
¿estás bien? Me llamo Joe y tengo una
pistola. Voy a utilizar mi pistola. Pum-pum-pum. The
End.
¿Qué país hay que levantar?
¿El de Ruiz Mateos o el de Félix Millet? ¿El de La Caixa o
el del Santander? ¿El de sí, señora Merkel de Rajoy y lobbies vinculados o el María Teresa Fernández
de la Vega y los siete zapateros? ¿El de Ortega Zara que paga a sus empleadas 800 euros al mes? ¿El país de CiU, el del PP, el del PNV o el
del PSOE? Por eso envidio tanto las sociedades que funcionan y no usan las
banderas como alfombra para tapar la corruptela.
En realidad, siento que mi país es muy
pequeño. El tramo de calle donde vivo más dos travesías a la izquierda y dos a
la derecha. A lo sumo, acaso también, los bosques por donde salgo a correr y
nunca encuentro a nadie, excepto algún cazador extraviado y alguna bruja de
edad que busca su libro de encantamientos perdido por los caminos de tierra
rojiza y raíces, que sobresalen como dedos de orco, por los que vuelvo a casa,
al igual que un invisible Ulises a tiempo parcial que se asusta al encontrar sus
propias huellas en el viaje de vuelta, pensando que puede haber alguien más en
Ítaca.
Hay que levantar el país
3 sept 2012
Penínsulas de poesía norteamericana
Tras leer “La
Literatura Norteamericana”, de H. Straumann, en una edición de 1953, he hallado
unos pocos viejos conocidos y centenares de desconocidos. Felizmente. El libro es una guía de los grandes nombres
de novelistas, poetas y dramaturgos. Destellos de las obras literarias más
importantes. Entre ellos destaco algunos versos que me impresionaron de tipos
que apenas me sonaban, como éstos:
A través de las barras y sobre las puntas de acero,pasarán sólo la muerte, la lluvia y el mañana.
Penínsulas de poesía norteamericana
2 sept 2012
Leyendo una antología de poesía
En las manos de los
mejores de. Y paso páginas, más que leer, rastreo. Soy insoportable, soy un
borracho, soy el morro molesto, el lápiz de colibrí,
el catador que se
niega a pagar por el vaso manoseado.
Soy un lector.
¿Por qué faltan
tantos buenos si sobran todos estos medianeros que me abruman la noche de abril?
Quisquilloso, huraño y cansado, los leo,
preguntándome quién
juzga al juez
si es justo tirar
por lo penal para pedir responsabilidades por miopía, tontería, por tanto táctico
de amigos y conocidos
y, ¡oh Dios!, por
ahogar e ignorar
ensombrecer y
acallar los buenos versos
que habitan en la
meseta del olvido.
Y suerte que por
allí, entre tanta ruina, como un gran falo, olfateé de nuevo a Gil de Biedma, ¡arriba!
Jaime Gil de Biedma |
Leyendo una antología de poesía
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